El Índice de Precios al Consumidor (IPC) de septiembre de 2024 registró un incremento interanual del 209%. El rubro que más aumentó fue Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, con una suba del 7,3%. Esta alza estuvo impulsada por las actualizaciones en tarifas de servicios públicos y los costos de alquileres, que continúan afectando fuertemente a los sectores populares. La inflación golpea especialmente en las regiones de GBA, Noroeste y Cuyo, donde los servicios básicos impactaron de manera más profunda.

En contraste, en regiones como Pampeana, Noreste y Patagonia, el mayor aumento se dio en Alimentos y bebidas no alcohólicas (2,3%), con subas importantes en carnes, pan, cereales y productos lácteos. Esto profundiza aún más las dificultades para quienes enfrentan dificultades para llenar la canasta básica en un contexto de ajuste brutal promovido por el gobierno de Javier Milei, que insiste en políticas que empobrecen a los sectores más vulnerables.

La segunda mayor suba del mes se registró en Prendas de vestir y calzado (6,0%), atribuido al cambio de temporada. Mientras tanto, las menores variaciones se vieron en Bebidas alcohólicas y tabaco (2,2%) y Recreación y cultura (2,1%).

A nivel de categorías, los precios regulados subieron un 4,5%, principalmente por los aumentos en tarifas de servicios públicos, reflejando una vez más el peso de las políticas de ajuste en los sectores medios y bajos. El núcleo del IPC mostró una suba del 3,3%, mientras que los productos estacionales subieron un 2,9%.

La situación es cada vez más crítica para la mayoría de la población, que debe enfrentar un aumento constante del costo de vida mientras los salarios permanecen estancados. Las cifras del INDEC reflejan no solo el fracaso de las políticas neoliberales impulsadas por el gobierno, sino también la urgencia de generar un cambio de rumbo que priorice la protección social y el bienestar de las mayorías.