En la antesala del 8M, las trabajadoras sindicalizadas redoblan su lucha contra el ajuste, el techo a las paritarias y el avance de la precarización laboral.
El sindicalismo respalda masivamente el movimiento "Derecho al Futuro", en un giro que refleja tensiones internas dentro del peronismo.
La denuncia de los sindicatos aceiteros expone despidos arbitrarios, militarización de plantas y violaciones a los derechos laborales en varias empresas del sector.