El juez de la Corte cuestionó el nombramiento por decreto de García-Mansilla y recordó que él nunca aceptaría llegar al tribunal sin el aval del Senado. La maniobra del oficialismo, una vez más, al margen de la institucionalidad.
El rechazo a los pliegos de Lijo y Mansilla desató la furia del presidente, que acusó a los senadores de “protegerse de la Justicia”. La Casa Rosada intenta imponer una Corte propia.
La Cámara alta rechazó las designaciones impulsadas por Milei para la Corte Suprema. La jugada del Ejecutivo quedó desactivada.