La propuesta de aumento salarial es rechazada por los gremios, que exigen una mejora sustancial para enfrentar la precarización de la educación pública.
El sindicalismo respalda masivamente el movimiento "Derecho al Futuro", en un giro que refleja tensiones internas dentro del peronismo.
La denuncia de los sindicatos aceiteros expone despidos arbitrarios, militarización de plantas y violaciones a los derechos laborales en varias empresas del sector.