Las decisiones del Gobierno de Javier Milei han llevado a la pobreza a un alarmante 73,3% de la población argentina. Desde su asunción el 10 de diciembre de 2023, el presidente ha implementado una serie de medidas que han intensificado el descontento social. Entre estas, se encuentra el cierre de 13 ministerios y el despido de 30.000 empleados públicos, lo que representa casi el 10% de la plantilla nacional. Estas acciones han provocado una paralización de la obra pública y recortes significativos en áreas clave como educación, salud, ciencia y jubilaciones.

Los recortes presupuestarios han generado un clima de incertidumbre, afectando a los sectores más vulnerables de la sociedad. Las universidades, por su parte, han respondido con paros nacionales, evidenciando el impacto de estas políticas en la formación y el desarrollo del país.

En el periodo entre 2002 y 2012, Argentina experimentó un crecimiento económico que permitió una disminución notable de la pobreza y una mejora en la distribución de la riqueza. Sin embargo, a partir de 2012, el país enfrentó serias dificultades económicas que se han profundizado con la actual gestión. Las políticas de ajuste implementadas por el Gobierno han afectado no solo la economía, sino también la capacidad de la nación para innovar y desarrollarse.

La resistencia social está en aumento, evidenciada por las movilizaciones de estudiantes universitarios que han tomado más de cien facultades en todo el país en protesta por los recortes. La situación actual refleja la creciente preocupación de la población por el impacto de las decisiones gubernamentales en sus vidas y en su futuro.

La pobreza en Argentina, que afecta a más de dos tercios de la población, es un claro indicativo de la crisis económica que atraviesa el país y resalta la urgencia de buscar soluciones inclusivas y justas que devuelvan la esperanza a los argentinos.