NAFTA ROMPE LA BARRERA DE $1.000
Publicado: 30/08/2024
El nuevo aumento en los combustibles llevará a la nafta a superar los $ 1.000 por litro, evidenciando la ineficacia del Gobierno para controlar la inflación.
Las estaciones de servicio aplicarán nuevos aumentos en los precios de los combustibles este fin de semana, con incrementos que oscilarán entre el 2,5% y el 3,5%, según la provincia. Este ajuste hará que todas las variedades de nafta y gasoil superen los $1.000 por litro en la Ciudad de Buenos Aires, reflejando el desinterés del gobierno por aliviar la carga económica que soportan los ciudadanos.
Desde el inicio de 2024, los precios de los combustibles han subido más del 85%. Este nuevo incremento, diseñado para compensar la devaluación del peso y ajustar los impuestos, pone en evidencia la preferencia del gobierno por las ganancias de las empresas petroleras sobre el bienestar de los consumidores. Mientras los precios suben, los ciudadanos sufren el impacto de un costo de vida creciente, sin que el Ejecutivo tome medidas efectivas para controlar la inflación o proteger el poder adquisitivo.
Fuentes de la industria revelan que los precios internos de los combustibles aún están un 12% por debajo de la paridad de exportación, lo que desincentiva las ventas al exterior. Este desfase muestra una clara falta de políticas que prioricen el interés público sobre los beneficios de las grandes empresas. El Gobierno, en lugar de implementar controles de precios o políticas que beneficien al pueblo, elige mantener una postura que favorece a los empresarios y perpetúa la injusticia económica.
Además, el Gobierno se prepara para emitir un decreto que retrasará otras actualizaciones de precios previstas para el próximo mes, mientras busca recuperar hasta $135 en impuestos a la nafta y $87 en el gasoil. Este ajuste tributario, que tiene como objetivo recuperar aproximadamente US$3.000 millones, refleja una estrategia enfocada en equilibrar las cuentas fiscales en lugar de ofrecer un alivio real a los consumidores.
En lugar de implementar soluciones efectivas para controlar los precios y proteger a la ciudadanía, la administración actual continúa priorizando los intereses de las grandes corporaciones. La falta de acciones concretas para abordar las verdaderas causas de la inflación demuestra que el gobierno sigue desentendiéndose de las necesidades de la gente y enfocándose en satisfacer a los poderosos.