La candidata del Frente de Izquierda propuso nacionalizar bancos y comercio exterior para reactivar la economía.

Durante su gira por Bahía Blanca, Romina Del Plá, candidata a diputada nacional por el Frente de Izquierda, cuestionó con dureza la gestión económica del gobierno y la intervención del Tesoro estadounidense en los mercados locales. “Desde que comenzó su intervención, el Tesoro yanqui ya colocó más de 600 millones de dólares en el mercado de cambio argentino. Incluso el secretario del Tesoro de Estados Unidos tuiteó minutos antes de la apertura de los mercados locales con el objetivo de contener la cotización del dólar. Es la confesión de que el nuevo ministro de Economía es Scott Bessent”, afirmó Del Plá.

La candidata subrayó que esta estrategia financiera tiene efectos directos sobre la economía real: “La contrapartida de toda esta absorción de pesos es un alza demencial de las tasas de interés, con la que el propio Bessent y sus aliados están haciendo ‘carry trade’. Las altísimas tasas de interés no son solo un problema financiero: están asfixiando la economía, y junto con la apertura importadora explican los cierres de empresas y los despidos masivos”.

Del Plá también cuestionó los planteos de devaluación impulsados por un sector del empresariado nacional, y rechazó cualquier propuesta que afecte los salarios de los trabajadores: “El ‘atraso cambiario’ y la devaluación son dos caras de la misma moneda: la gestión capitalista del proceso económico argentino. Para poner fin al saqueo, la crisis y la desorganización, se requieren medidas de fondo: romper con Trump y el FMI, no pagar la deuda externa usuraria y nacionalizar el sistema bancario y el comercio exterior bajo control de los trabajadores. Solo así el ahorro nacional podrá ponerse al servicio de la mayoría trabajadora, industrializando el país y reactivando la economía”.

Con este discurso, Del Plá consolidó su postura crítica frente a las políticas económicas actuales y posicionó al Frente de Izquierda como la alternativa para quienes buscan un cambio estructural y profundo en la gestión del país.