Krugman denuncia que los US$20.000 millones enviados por EE.UU. al gobierno de Milei no buscan salvar a los argentinos sino proteger a especuladores y capitales extranjeros.
El Nobel de Economía Paul Krugman lanzó una dura advertencia sobre el rescate financiero estadounidense al gobierno de Javier Milei: lejos de apuntalar a la economía real, sostiene a fondos de cobertura estadounidenses que invirtieron en Argentina al inicio del mandato de La Libertad Avanza. Según Krugman, la medida refleja una lógica de especulación que beneficia a un puñado de inversores mientras millones de argentinos pagan la factura con inflación, pérdida de poder adquisitivo y creciente vulnerabilidad social.
El economista recuerda que bajo Donald Trump, Estados Unidos eliminó programas de ayuda a poblaciones vulnerables en América Latina y critica que ahora destine US$20.000 millones a un país con historial de corrupción, incumplimientos de deuda y crisis financieras recurrentes. “Un país que ha incumplido su deuda soberana nueve veces, tres desde 2001, ¡ningún problema!”, ironiza Krugman sobre la doble vara de Washington.
El núcleo del plan de Milei, denominado “estabilización basada en el tipo de cambio”, busca sostener artificialmente el peso para reducir la inflación, replicando errores históricos del plan de convertibilidad de los años 90: una euforia inicial seguida por un desastre económico que castiga a la población. La euforia inicial que vendió Milei en EE.UU. permitió la entrada de capitales, pero a comienzos de septiembre los inversores comenzaron a desprenderse de activos ante la perspectiva de fuertes pérdidas en las elecciones, dejando al gobierno en una situación crítica que el rescate estadounidense intenta maquillar.
Krugman subraya que fondos de cobertura como el de Rob Citrone, fundador de Discovery Capital Management, se benefician directamente: pueden vender activos argentinos a precios inflados mientras el peso se mantiene temporalmente, para luego retirarse dejando al país con la devaluación y el ajuste. Este esquema recuerda lo sucedido en 2018, cuando la intervención financiera extranjera apuntaló momentáneamente el peso y luego se retiró, provocando una crisis que golpeó de lleno a los sectores populares.
El economista también apunta al FMI, que suele condicionar la asistencia a políticas que terminan favoreciendo a inversores y no al pueblo. “Rescate para los especuladores, crisis para los argentinos”, sintetiza Krugman, evidenciando un patrón que se repite y que amenaza la soberanía económica del país.
En síntesis, el gobierno de Milei no protege al pueblo argentino, sino que abre la puerta a la fuga de capitales, entrega soberanía y legitima un esquema financiero que prioriza a los especuladores extranjeros sobre la vida y el bienestar de millones de argentinos. Para Krugman, la situación no tiene justificación ni excusa: es un rescate que refuerza intereses ajenos y ahorca a la sociedad.