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65 SUELDOS PARA UNA CASA EN LA PROVINCIA

Publicado : 07/10/2025
(Review)

Un relevamiento del Colegio de Martilleros de la Provincia de Buenos Aires y la UNNOBA reveló que se necesitan 65 salarios formales para acceder a una vivienda tipo. El estudio advierte sobre la creciente brecha entre los ingresos y el costo habitacional.

Según un estudio elaborado por el Colegio de Martilleros y Corredores Públicos de la Provincia de Buenos Aires junto al Instituto de Política y Gobierno (IPG) de la Universidad Nacional del Noroeste (UNNOBA), una familia bonaerense necesita 65 salarios formales para adquirir una vivienda tipo de dos dormitorios. El informe, correspondiente al primer semestre de 2025, se realizó a partir de un convenio estratégico entre ambas instituciones, con el objetivo de medir las tendencias del mercado inmobiliario provincial, monitorear su evolución y aportar información precisa para la toma de decisiones estratégicas. El relevamiento incluyó datos sobre operaciones de compraventa, alquileres, precios, tenencia y accesibilidad, y abarcó los 20 Colegios Departamentales Judiciales de la provincia, con información complementaria del INDEC, BCRA, AFIP y ARBA.

De acuerdo con el estudio, el 65% de las operaciones de compraventa corresponde a casas y departamentos, aunque se observa un aumento del interés por terrenos, que ya representan el 21% del total. Esta tendencia refleja un mercado predominantemente residencial, pero con creciente demanda en nuevas urbanizaciones y loteos ubicados en zonas intermedias o del interior provincial. Los autores advierten que el fenómeno responde tanto a la búsqueda de suelo más accesible como al encarecimiento del crédito hipotecario y la pérdida de poder adquisitivo de los salarios.

En términos de accesibilidad, el relevamiento muestra que, con un salario promedio formal de $1.524.216 (julio 2025), la adquisición de una vivienda típica demanda más de cinco años completos de ingresos. El dato sintetiza el desfasaje estructural entre el valor de las propiedades y los ingresos reales de la población, en un contexto donde la vivienda se vuelve un bien cada vez más lejano para amplios sectores de la clase media y trabajadora.

Respecto a los alquileres, el estudio indica que los departamentos lideran el mercado, seguidos por las casas, mientras que los temporarios se concentran en los departamentos judiciales costeros. El valor promedio del alquiler equivale al 36% del salario formal, ubicando a gran parte de los inquilinos en el límite del umbral de asequibilidad internacional. El informe advierte que el mercado locativo mantiene una alta presión sobre los ingresos, sin políticas de regulación ni programas de asistencia habitacional suficientes.

El trabajo también subraya la heterogeneidad territorial del mercado bonaerense. En el Conurbano y el AMBA, predominan las actividades urbanas e industriales, mientras que en el interior se destaca la base agropecuaria y agroindustrial, con ciudades intermedias estratégicas. En tanto, la costa y los puertos combinan turismo, pesca y polos energéticos, conformando un mapa inmobiliario diverso, donde el acceso al suelo y a la vivienda depende fuertemente del perfil productivo y el nivel de desarrollo local.

El presidente del Colegio de Martilleros bonaerense, Luis Colao, destacó “el gran trabajo realizado por la UNNOBA” y el compromiso de los profesionales matriculados en los 20 colegios departamentales, quienes “aportan regularmente los datos necesarios para la confección de estos índices”. Asimismo, anticipó que los informes se publicarán de manera semestral, con el objetivo de “brindar certezas al sector y superar las estadísticas concentradas en CABA, generando por primera vez datos provinciales y regionales de utilidad real”.

El informe concluye que, pese al leve repunte en las escrituras y en el crédito hipotecario registrado desde fines de 2024, el mercado inmobiliario bonaerense continúa enfrentando severas barreras de accesibilidad. En un país donde el derecho a la vivienda está reconocido constitucionalmente, la necesidad de 65 salarios para acceder a un hogar es una señal de alarma sobre la profundización de la desigualdad social y el retroceso del sueño de la casa propia.