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A 47 AÑOS, SERGIO CETRÁNGOLO PRESENTE

Publicado : 02/10/2025
(Review)

Recordar a Sergio Víctor Cetrángolo, 47 años después de su desaparición, es un acto de resistencia.

El 2 de octubre de 1978, un grupo de tareas del centro clandestino “Olimpo” secuestró en Recoleta a Sergio Víctor Cetrángolo, militante peronista de 27 años y organizador barrial. Trasladado de inmediato al campo de detención en Floresta, permaneció allí hasta diciembre, cuando un “traslado” masivo borró su rastro. Desde entonces sigue desaparecido. Recordarlo hoy no solo honra su militancia y la lucha de sus compañeros, sino que constituye un acto de resistencia frente al negacionismo oficial y la impunidad que persiste en Argentina.

Esa misma noche, la patota irrumpió en su hogar familiar en San Cristóbal. Allí se encontraba su compañera, Alicia Pes, con sus hijos Mariana, de tres años, y Agustín, de cinco meses. La registraron y la sometieron a un largo interrogatorio. Alicia fue trasladada posteriormente a la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), mientras los niños quedaron al cuidado del portero y luego fueron entregados a sus abuelos.

Sergio y Alicia se habían conocido en la carrera de Psicología de la Universidad de Buenos Aires y compartían militancia en la Juventud Universitaria Peronista desde 1972. Conocido entre sus compañeros como “Darío”, “Tito” o “el Ruso”, Sergio organizó la Unidad Básica “Evita Montonera” y luego participó en el Partido Peronista Auténtico. En 1974 contrajeron matrimonio; Alicia dejó la militancia para dedicarse a sus hijos, mientras Sergio profundizaba su compromiso social y político integrándose a Montoneros.

Durante el cautiverio de Alicia, pudo reconstruir que Sergio había sido reclamado por la Marina para la ESMA, aunque nunca llegaron a encontrarse allí. Su paso por el “Olimpo” se extendió hasta noviembre de 1978 y luego se perdió todo rastro tras el traslado masivo de diciembre. Alicia fue liberada semanas después, y a través de su testimonio se supo del paso de Sergio por los mismos centros clandestinos, aunque nunca pudieron reunirse.

Hoy, 47 años después, Sergio Víctor Cetrángolo permanece presente en la memoria de quienes luchan contra la impunidad y el negacionismo oficial. Recordarlo es un acto de resistencia, un mensaje a las nuevas generaciones sobre la importancia de la militancia social y política, la defensa de los derechos humanos y la construcción de una democracia popular que supere la impunidad histórica. En un momento donde sectores del gobierno buscan relativizar los crímenes de la dictadura y desfinancian políticas de memoria y justicia, este homenaje mantiene viva la verdad y la historia de quienes dieron su vida por un país más justo.