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Nota Completa

UN NIÑO, UN PAÍS: TRAGEDIA Y DIGNIDAD EN MEDIO DEL AJUSTE

Publicado : 18/09/2025
(Review)

Un chico de 13 años cayó de un colectivo en movimiento por la imprudencia de un chofer agotado por la precarización laboral. Murió en el Hospital Garrahan, donde sus padres decidieron donar sus órganos. La tragedia expone la desidia neoliberal y, al mismo tiempo, la fortaleza de la salud pública y la solidaridad colectiva.

“Fue un accidente. Un desgraciado y trágico accidente”. La escena fue presenciada por testigos: un niño de 13 años cayó desde un colectivo en movimiento. El chofer, agotado por las vueltas infinitas y la falta de descanso reglamentario, condujo bajo condiciones laborales impuestas por un sistema donde el lucro manda y la vida vale poco. El desenlace fue inmediato: traslado de urgencia al Hospital Garrahan. No pudo superar el trance. El electroencefalograma confirmó lo irreversible.

Los padres, en un gesto de humanidad inmensa, decidieron donar los órganos de su hijo. La operación se realizó en el propio Garrahan, el hospital público tantas veces denostado y despreciado por el actual gobierno, ese que desde la Casa Rosada desprecia a las instituciones que sostienen la vida y la igualdad.

Ayer, en el Congreso, la tragedia tuvo un eco político. Desde la Cámara de Diputados se alzó una respuesta colectiva frente a los vetos presidenciales, con una votación que expresó compasión, resistencia y el pulso de un pueblo que empieza a torcer la historia en las calles.

La reconstrucción de la Patria será una tarea titánica. Pero hay certezas: el Hospital Garrahan seguirá protegiendo la salud de los niños y niñas; las universidades nacionales continuarán formando profesionales de referencia internacional; los trabajadores no dejarán de reclamar salarios dignos para vidas respetables y merecidas.

Porque ningún niño debería morir por la lógica de las ganancias rápidas, por la impaciencia de empresarios voraces ni por la miseria de los repartos del 3%.

El fascioliberalismo será historia. Y mientras tanto, en las calles, se multiplican las voces, los cuerpos y los ejemplos de solidaridad que siembran futuro. Por la felicidad del pueblo y la grandeza de la Patria.