Organizaciones sindicales aseguran que los índices oficiales no reflejan la realidad económica. Reclaman una revisión urgente de la metodología de medición.

Más de treinta organizaciones sindicales de todo el país salieron este jueves a cuestionar los datos de inflación publicados por el Gobierno nacional, calificándolos como “maquillados” y alejados de la realidad que enfrentan los trabajadores. En un comunicado conjunto, los gremios exigieron una actualización inmediata de la metodología utilizada para medir la inflación, argumentando que existe un “desfase cercano al 15 por ciento” entre los números oficiales y los aumentos reales en los precios de bienes y servicios.

“Los índices que se difunden no reflejan lo que realmente ocurre en la economía cotidiana”, afirmaron los sindicatos, entre los que se encuentran la Asociación Bancaria, los estatales de ATE, los profesionales de la salud agrupados en Fesprosa y CICOP, Luz y Fuerza, Judiciales y el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (Sipreba). Según los gremios, la inflación oficial “no tiene en cuenta el impacto real en los bolsillos de los trabajadores”.

Los datos presentados por el Indec este jueves indicaron una inflación del 2,2% para enero, con un acumulado anual del 84,5%. Desde la Casa Rosada, estos números fueron celebrados como los “más bajos desde julio de 2020” y los mejores para un mes de enero desde 2018. Sin embargo, los sindicatos rechazaron estas cifras, asegurando que no coinciden con la experiencia diaria de los argentinos.

“Los números oficiales son un espejismo. No reflejan el aumento real de los precios que enfrentamos mes a mes”, señalaron los gremios en su declaración. Además, destacaron que “hace años que no se actualiza la forma de medir la inflación”, lo que ha generado “diferencias cada vez más grandes” entre los datos oficiales y la realidad económica.

Según los sindicatos, esta falta de actualización en la metodología ha ocultado una caída del 50% en el poder adquisitivo de los salarios en los últimos años. Aunque las paritarias han logrado mitigar parcialmente esta pérdida, los gremios sostienen que la mayoría de los trabajadores están cada vez más lejos de alcanzar el Salario Mínimo, Vital y Móvil, que actualmente se ubica en 297 mil pesos, menos de un tercio de lo que una familia tipo necesita para no caer en la pobreza.

El comunicado también señaló que, para cubrir los gastos básicos a finales de 2024, una familia necesitaba ingresos brutos de al menos 1.900.000 pesos mensuales, una cifra que contrasta fuertemente con los salarios promedio. “Los números oficiales son un maquillaje que oculta la verdadera situación económica”, afirmaron los sindicatos.

Esta denuncia se suma a las críticas que desde hace meses vienen realizando sectores de los propios trabajadores del Indec y diversas fuerzas políticas. Estos cuestionamientos apuntan a la falta de transparencia y actualización en los métodos de medición, lo que, según los gremios, perjudica a los trabajadores y distorsiona la percepción de la crisis económica.

Los sindicatos no solo cuestionaron los índices oficiales, sino que también exigieron una revisión urgente de la metodología utilizada para medir la inflación. “Es necesario actualizar la forma en que se miden los precios”, insistieron, señalando que la falta de actualización genera un desfase que afecta directamente el poder adquisitivo de los trabajadores.

El reclamo de los gremios pone en evidencia la creciente tensión entre el Gobierno y los sectores laborales, en un contexto de crisis económica y pérdida del poder adquisitivo. La demanda por una medición más precisa de la inflación se ha convertido en un tema central en la agenda sindical, que busca garantizar que los salarios no sigan perdiendo valor frente al aumento de los precios.