Con un triunfo en seis de las ocho secciones electorales, el oficialismo de Axel Kicillof logró quórum propio en el Senado provincial y reforzó su posición en la Cámara de Diputados, asegurando gobernabilidad para los próximos dos años.
Los resultados de las elecciones legislativas en la provincia de Buenos Aires reconfiguraron el mapa político y confirmaron la fortaleza de Fuerza Patria. A partir del 10 de diciembre, el espacio conducido por el gobernador Axel Kicillof contará con 24 senadores, lo que le garantiza mayoría propia en la Cámara alta, mientras que en Diputados alcanzará 39 bancas, consolidándose como primera minoría.
El control del Senado marca un punto de inflexión en la política bonaerense. Desde el retorno de la democracia, ningún gobernador había logrado semejante equilibrio legislativo sin depender de alianzas frágiles. La victoria en la Tercera Sección Electoral, bastión histórico del peronismo, resultó determinante para el oficialismo: allí Fuerza Patria obtuvo 10 de los 21 diputados que renovaba la sección, lo que robusteció su bloque en la Cámara baja.
En contraste, la irrupción de La Libertad Avanza, asociada a sectores del PRO, mostró un crecimiento significativo pero insuficiente para disputar la hegemonía provincial. La alianza alcanzará 25 diputados y 11 senadores, ubicándose como segunda fuerza, aunque sin capacidad de condicionar al oficialismo en el Senado.
Otros espacios tuvieron desempeños dispares: Somos BA ingresó dos representantes por cámara, el espacio Hechos consiguió tres diputados y el Frente de Izquierda Unidad retuvo sus dos escaños. En tanto, la UCR y aliados sufrieron un retroceso, perdiendo presencia en ambas cámaras.
La nueva conformación legislativa abre un escenario favorable para la gestión de Kicillof. Con mayoría propia en el Senado y un bloque sólido en Diputados, el gobernador contará con herramientas decisivas para avanzar en proyectos estratégicos en materia económica, social y de infraestructura, en un contexto nacional marcado por la crisis y el ajuste impulsado desde la Casa Rosada.
La victoria de Fuerza Patria no solo garantiza gobernabilidad sino que también refuerza la proyección política del peronismo bonaerense como contrapeso al modelo de Javier Milei, en un momento donde la provincia se erige como el principal bastión opositor al gobierno nacional.