Diversas organizaciones sindicales, políticas, sociales y de derechos humanos se reunieron este viernes en la Plaza de Mayo para la Marcha de la Resistencia, un evento de 24 horas en defensa de la memoria y los derechos laborales.

Bajo la consigna "Una memoria que arde, una lucha que no se apaga", la Marcha de la Resistencia reunió este viernes a organizaciones sindicales, políticas, sociales y de derechos humanos en la Plaza de Mayo. La convocatoria, impulsada por la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) Capital, retomó el espíritu de las históricas movilizaciones que las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo llevaron a cabo durante la última dictadura cívico-militar en 1981. El evento se extendió durante 24 horas, culminando el sábado a las 17 horas.

La marcha se desarrolló en un contexto de tensiones sociales y políticas, con reclamos contra las políticas de ajuste y en defensa de los derechos laborales y sociales. Roberto Baradel, secretario general adjunto de la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (Ctera), destacó la importancia de acompañar a las Madres y a los trabajadores de ATE Capital en su lucha por defender no solo los puestos de trabajo, sino también el Estado y los derechos conquistados. Baradel señaló que la movilización es una respuesta a la construcción de "enemigos internos" por parte del gobierno, buscando eliminar la resistencia a las políticas de ajuste y represión.

La movilización contó con una amplia y plural participación de sindicatos, partidos políticos y organizaciones sociales. Entre los sindicatos presentes estuvieron Ctera, La Bancaria, Sipreba, Uettel y el Sindicato de Trabajadores Químicos y Petroquímicos de Zona Oeste, entre otros. También se sumaron docentes universitarios y centros de estudiantes de la UBA, como los de Ciencias Sociales, Filosofía y Letras, Arquitectura y Ciencias Exactas. En el ámbito político, asistieron agrupaciones como La Cámpora, Nuevo Encuentro, Kilómetro Cero, Peronismo Militante, Puebla, Partido Obrero, Movimiento Socialista de los Trabajadores y Partido de los Trabajadores Socialistas. Además, organizaciones sociales como Inquilinos Agrupados participaron con una bandera que llevaba la consigna "Basta de abuso inmobiliario".

El acto central comenzó frente a la Pirámide de Mayo, donde se entonaron canciones emblemáticas de resistencia, como "A pesar de las bombas, de los fusilamientos, los compañeros muertos, los desaparecidos, no nos han vencido". Las columnas de ATE Capital destacaron por su colorido, con sombrillas en los colores de la bandera argentina y del arcoíris, representando la diversidad sexual. También se exhibieron banderas de distintas juntas internas de ATE, como las del Hospital Ramos Mejía, la Casa de Moneda y exministerios, acompañadas de imágenes de Eva Perón, Juan Domingo Perón y Germán Abdala.

Eduardo Tavani, presidente de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), subrayó que la marcha es una respuesta a una realidad "oprobiosa" y un momento histórico doloroso. Por su parte, Aylén, una de las asistentes, reflexionó sobre la importancia de la memoria y la resistencia: "Un pueblo sin memoria no tiene identidad y tampoco tiene futuro". Además, criticó la falta de conducción de la dirigencia y pidió que los referentes políticos y gremiales estén a tono con las demandas del pueblo.

La Marcha de la Resistencia culminó este sábado a las 17 horas, dejando en claro que la lucha por la memoria, los derechos laborales y la justicia social sigue vigente.