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DÍA DEL PANADERO: UNA LUCHA POR LA SUPERVIVENCIA EN UN CONTEXTO DE CRISIS

Publicado : 04/08/2025
(Review)

En el Día del Panadero, el sector denuncia aumentos desmedidos, caída del consumo y el cierre masivo de comercios. El 53% de merma en las ventas refleja la profundidad de la crisis social que atraviesa la Argentina.

Este 4 de agosto se conmemora en Argentina el Día del Panadero, en homenaje a la creación del primer sindicato del rubro en 1887. Más de 130 años después, el espíritu de organización y resistencia sigue vigente, pero ahora al servicio de una batalla mucho más urgente: la supervivencia del sector frente al brutal ajuste económico. Lejos de cualquier celebración, panaderos y panaderas atraviesan uno de los momentos más críticos de las últimas décadas.

Según Martín Pinto, titular del Centro de Panaderos de Merlo y referente nacional del Consejo del Pan (CIPAN), la situación es alarmante. “La gente empezó a hacerse su propio pan para ahorrar, porque usa esa plata para comprar leche o carne”, advierte. El dato que lo respalda es contundente: el consumo de pan cayó un 53% en lo que va del año, una cifra que refleja con crudeza la pérdida del poder adquisitivo de millones de familias.

Los números del sector explican, en parte, la gravedad del cuadro. La bolsa de harina de 25 kilos pasó de $3.500 a $15.000 en pocos meses. La levadura de primera marca trepó de $700 a $2.500 el medio kilo, y la grasa, insumo esencial para muchas variedades de panificados, se disparó de $18.000 a $28.000. A estos aumentos se suman las tarifas de servicios públicos como el gas y la luz, cuya desregulación ha golpeado con fuerza a los pequeños y medianos productores.

A esto se suma un fenómeno que el propio Pinto describe con preocupación: el cierre de panaderías. Solo en la provincia de Buenos Aires, más de 200 establecimientos han bajado sus persianas en el último año, lo que implica la pérdida directa de más de mil puestos de trabajo. “Muchas de esas panaderías no van a volver a abrir. Son proyectos familiares que quedaron arrasados”, lamenta.

El pan, históricamente símbolo de sustento básico y trabajo digno, se ha transformado en un lujo para muchas mesas populares. Esta realidad expone, una vez más, los efectos del modelo económico impuesto por el gobierno de Javier Milei, que castiga a las economías locales, destruye la producción nacional y promueve la concentración en favor de los grandes formadores de precios.

En este contexto, el Día del Panadero deja de ser una fecha simbólica para convertirse en un llamado urgente a defender el trabajo, la industria nacional y el derecho de cada argentino y argentina a acceder a un alimento tan esencial como el pan. Porque cuando falta el pan, falta todo.