El futuro embajador estadounidense dejó en claro su rol de vigilante y condicionante de la política argentina, respaldando un gobierno neoliberal que profundiza el ajuste y la entrega. Desde ADN Populares rechazamos con firmeza esta avanzada que atenta contra nuestra autonomía y derechos sociales.

Desde ADN Populares afirmamos que no aceptamos embajadores que actúan como supervisores de nuestras decisiones ni gobiernos que renuncian a la independencia frente al imperialismo. La soberanía nacional no es un acto protocolar ni un concepto abstracto: es la condición indispensable para construir una Argentina con desarrollo propio, democracia participativa y justicia social. Este principio fundamental debe guiar toda respuesta frente a la injerencia manifiesta representada por Peter Lamelas.

La designación de Lamelas como futuro embajador de Estados Unidos en Argentina no es un hecho diplomático neutral ni rutinario. Su anuncio público ante el Senado estadounidense de recorrer las provincias para monitorear acuerdos con potencias catalogadas como “hostiles”, en especial China, es una violación directa del principio de no intervención que rige las relaciones internacionales. Esta actitud representa una forma contemporánea de colonialismo político que amenaza la autonomía y la capacidad de decisión soberana de nuestro país.

Históricamente, América Latina ha padecido la política de dominación estadounidense que se expresó en golpes de Estado, dictaduras y sanciones económicas. La llegada de Lamelas reproduce este esquema bajo nuevas formas: el control directo de políticas internas mediante la diplomacia política y la tutela económica. Este patrón perpetúa la dependencia estructural que condena a nuestros pueblos a la subordinación y a la pobreza.

El respaldo explícito de Lamelas al gobierno de Javier Milei, que impulsa reformas neoliberales de ajuste brutal, desmantelamiento del Estado y entrega del patrimonio nacional, es un síntoma claro de la alianza funcional entre el imperialismo y sectores locales dispuestos a profundizar la exclusión social. Su defensa pública del lawfare como instrumento de persecución política confirma que la embajada estadounidense funcionará como un actor político activo, no como un interlocutor diplomático imparcial.

La respuesta del gobierno argentino ante esta avanzada no ha sido un silencio indiferente, sino una complicidad activa que refleja su afinidad con el proyecto neoliberal y entreguista que Lamelas viene a respaldar. Esta coincidencia política debilita la capacidad del país para ejercer una política exterior autónoma y para defender efectivamente los intereses del pueblo y la soberanía nacional por sobre los dictados de Estados Unidos, en un contexto regional y global signado por tensiones geopolíticas y la disputa por recursos estratégicos.

Desde ADN Populares convocamos a todas las fuerzas populares, sindicales, sociales y políticas democráticas a unirse para rechazar esta nueva forma de injerencia imperialista. La defensa irrestricta de la soberanía y los derechos humanos debe ser un compromiso transversal e irrenunciable. No podemos permitir que Argentina sea tutelada por embajadores extranjeros ni por gobiernos entreguistas que subestiman la voluntad y dignidad del pueblo.

La historia demuestra que la libertad y la justicia social sólo se alcanzan con autonomía política y económica. Resistir hoy la imposición de Lamelas es asegurar un futuro donde la Argentina decida soberanamente su destino, con inclusión, desarrollo y democracia plena para todos y todas.