El sindicato encabezado por Sergio Palazzo acordó un aumento retroactivo del 1,6% para junio, alineado con la inflación oficial. El salario inicial supera los 1,8 millones de pesos.
La Asociación Bancaria cerró un nuevo tramo de la negociación paritaria con las cámaras empresarias del sistema financiero y el Banco Central, alcanzando una actualización del 1,6% para los sueldos de junio. El acuerdo se firmó bajo el esquema de actualización mensual indexado al índice de inflación oficial, tal como se viene aplicando en el sector desde principios de año.
Con esta nueva recomposición, el salario mínimo inicial de un trabajador bancario asciende a $1.872.937,28, monto que incluye sueldo básico y participación en las ganancias. El incremento se cobrará con los haberes de julio y es retroactivo a junio. A su vez, se actualizará el tradicional bono por el Día del Bancario, que en su versión preliminar para noviembre ya supera el millón y medio de pesos.
El entendimiento fue suscripto entre el gremio conducido por Sergio Palazzo y las cámaras ABA, ABAPPRA, ADEBA y el propio Banco Central. En un contexto de acelerada pérdida de poder adquisitivo para amplios sectores del mundo del trabajo, el sistema financiero se mantiene entre los pocos que han logrado sostener cláusulas de ajuste automático mes a mes.
El incremento paritario se apoya en el índice de precios al consumidor del INDEC, que en junio marcó una suba del 1,6%, llevando el acumulado anual a un 15,1%. Esos mismos porcentajes fueron replicados en el acuerdo para garantizar la actualización de todos los conceptos salariales, convencionales y no convencionales, remunerativos y no remunerativos.
Desde el sindicato destacaron que este esquema es producto de “una paritaria activa, permanente y militante”, que permite a las y los bancarios proteger su salario frente a un modelo económico que empuja la licuación del ingreso. “Seguiremos monitoreando mes a mes para resguardar el poder adquisitivo”, señalaron desde la conducción nacional.
En contraste con el congelamiento de muchas negociaciones colectivas y la ofensiva gubernamental para restringir el derecho a huelga —recientemente declarado inconstitucional por la Justicia—, el acuerdo de La Bancaria representa una muestra de organización y capacidad de negociación efectiva. En un país donde los ingresos reales siguen a la baja, la paritaria bancaria vuelve a marcar una excepción que confirma la regla: sin organización gremial fuerte, no hay salario digno posible.