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Nota Completa

VILLARRUEL Y MILEI: UNA FRACTURA EN EL MODELO NEOLIBERAL

Publicado : 14/07/2025
(Review)

La crisis interna del oficialismo expone una disputa de poder entre sectores que comparten la misma agenda de ajuste, exclusión y desmantelamiento del Estado.

La sesión del Senado del 9 de julio, que aprobó la actualización de haberes jubilatorios y la prórroga de la moratoria previsional, reveló una grieta profunda en el oficialismo. Victoria Villarruel, vicepresidenta y presidenta del Senado, permitió la votación, a pesar de las objeciones del núcleo del Ejecutivo y del entorno presidencial. Esto detonó un enfrentamiento público que escenifica una crisis política más amplia.

El oficialismo sostiene una línea económica homogénea que reproduce el modelo neoliberal impuesto desde la dictadura y profundizado durante los años 90. Tanto Villarruel como Milei defienden la reducción del Estado, la flexibilización laboral, la transferencia de ingresos desde los sectores populares hacia los grandes grupos económicos y la precarización del sistema previsional. La disputa entre ellos no es programática, sino por el control político y la distribución de espacios de poder.

Desde el inicio del mandato, Villarruel se vio marginada del manejo de las carteras de Seguridad, Defensa y de la Agencia Federal de Inteligencia, áreas que le fueron prometidas durante la campaña. Su desencanto y falta de poder efectivo tensionaron la relación con el presidente y su círculo cercano. En redes sociales y medios, Villarruel acusó al Presidente de nepotismo, mal manejo de recursos y falta de diálogo político, mientras que Milei la calificó de “traidora” y sus aliados arremetieron contra ella con agravios públicos.

Lejos de representar una oposición al modelo de ajuste, Villarruel fue decisiva para la aprobación de la Ley de Bases, que otorga al Ejecutivo facultades extraordinarias para avanzar con la desregulación económica y el vaciamiento del Estado. Sus declaraciones recientes en defensa de los jubilados no modifican su compromiso con una agenda que profundiza la exclusión social.

La disputa que se exhibe responde a una puja interna que busca reposicionar a Villarruel como alternativa dentro del mismo esquema político y económico. Su entorno, liderado por el asesor Patricio Russo, considera que la gestión de Milei podría no concluir y apuesta a capitalizar ese desgaste desde adentro.

El oficialismo atraviesa una crisis estructural: sin mayoría consolidada en el Congreso, sin apoyo territorial y con tensiones internas visibles, mantiene un rumbo que agrava la pobreza y el deterioro de los derechos sociales. La fractura entre Villarruel y Milei no altera la continuidad del ajuste, pero evidencia la ausencia de un proyecto político que contemple a las mayorías populares.

Mientras tanto, los sectores más vulnerados siguen pagando el costo de un gobierno que, dividido en su conducción, profundiza el extractivismo económico y desoye las demandas sociales. La crisis interna del oficialismo no es un hecho aislado, sino una manifestación más de la imposibilidad de este modelo para construir una verdadera democracia popular.