Con respaldo gremial y bendición de intendentes, el gobernador refuerza su peso en la pulseada por las listas del peronismo bonaerense.

El gobernador Axel Kicillof recibió este viernes a la cúpula de la CGT en la Casa de Gobierno provincial con un objetivo común: afianzar la unidad del peronismo bonaerense y garantizar la participación del movimiento obrero en el armado de listas para las elecciones legislativas del 7 de septiembre. Fue el segundo gesto político fuerte en dos días tras el respaldo de los intendentes del Movimiento Derecho al Futuro (MDF).

Del encuentro participaron los triunviros Héctor Daer, Carlos Acuña y Octavio Argüello; Hugo Moyano por Camioneros; Armando Cavalieri de Empleados de Comercio; Horacio Arreceygor por el SATSAID, y Carlos Pérez, dirigente del sindicato mercantil de la Capital. La reunión, gestionada por Daer y el ministro de Trabajo Walter Correa, apuntó a consolidar la representación gremial dentro de las nóminas del peronismo provincial, en medio de una carrera contrarreloj hacia el cierre de listas del 19 de julio.

La CGT busca hacer valer su peso histórico dentro del movimiento nacional y popular, y Kicillof parece dispuesto a abrir el juego. En Azopardo aseguran que el respaldo no es a cambio de cargos, sino de “garantizar un modelo de país con justicia social”. Sin embargo, también exigen lo que consideran justo: un lugar en el diseño político bonaerense, especialmente en un contexto de avanzada liberal a nivel nacional.

El jueves, el mandatario ya había reunido a más de 40 intendentes del MDF, espacio que encabeza dentro del Frente Fuerza Patria junto a Máximo Kirchner y Sergio Massa. En ese encuentro, habilitó a los jefes comunales a sugerir candidatos para las secciones y definir postulaciones en distritos donde el espacio no tiene conducción territorial.

Con estos movimientos, Kicillof busca llegar al cierre de listas con una arquitectura política ordenada, amplia y representativa de todos los sectores del peronismo bonaerense. La premisa: expresar unidad sin desmovilizar a las bases.

El respaldo sindical se suma así al apoyo de los intendentes, consolidando el liderazgo del gobernador como eje vertebral del oficialismo provincial. La CGT, por su parte, vuelve al centro de la escena política con una apuesta explícita: marcar presencia en las decisiones y defender desde adentro los intereses del mundo del trabajo.