En defensa del Garrahan y de todo el sistema sanitario, trabajadores y trabajadoras del sector público se movilizarán este jueves en rechazo al ajuste, la precarización y el desmantelamiento del Estado.
La Asociación Trabajadores del Estado (ATE) convocó a un Paro Nacional de Salud para el jueves 17 de julio con movilización a Plaza de Mayo y acciones simultáneas en todo el país. La medida, de alcance federal, tiene como eje la defensa del Hospital Garrahan y el conjunto del sistema público sanitario, actualmente en riesgo por los recortes, la precarización laboral y el vaciamiento presupuestario impulsado por el gobierno de Javier Milei.
“La huelga tiene que servir para ponerle freno a la destrucción del sistema de salud y exigir una inmediata recomposición salarial para todos los trabajadores hospitalarios. Lo que pasó con los residentes y las becas muestra a un Gobierno que pretende disfrazar de libertad a la precarización laboral”, sostuvo Rodolfo Aguiar, secretario general de ATE Nacional, al anunciar la medida.
El gremio estatal también repudió el Decreto 459/25, que disuelve el Instituto de Enfermedades Cardiovasculares, degrada al Instituto Nacional del Cáncer, y fusiona otros organismos históricos —como el Posadas, el Sommer, el Ramón Carrillo o el Laura Bonaparte— bajo la flamante Administración Nacional de Establecimientos de Salud (ANES), una superestructura que ATE denuncia como parte de un plan sistemático de desguace y concentración burocrática.
La jornada de protesta tendrá su epicentro en la Plaza de Mayo, con concentración previa en el Congreso a las 16 horas, y se replicará en distintas provincias. ATE llamó a construir una unidad amplia entre todas las organizaciones del sector, tras mantener reuniones con la Junta Interna del Garrahan y otros espacios sindicales del sistema hospitalario.
“El Garrahan y el resto de los hospitales no soportan un recorte más. Se tienen que otorgar presupuestos de emergencia y restablecer todas las políticas públicas que fueron eliminadas. Más del 80% del sistema funciona en las provincias, con medio millón de trabajadores precarizados, muchos por debajo de la línea de pobreza”, advirtió Aguiar.
ATE denunció además que, solo en el Hospital Garrahan, más de 200 profesionales renunciaron en lo que va del año debido a los bajos salarios. El ingreso promedio ronda los $797.000 netos, una cifra que, según el sindicato, no alcanza para cubrir la canasta básica profesional en un contexto de inflación creciente y destrucción del poder adquisitivo.
La protesta también apunta contra la Resolución 2109/25 del Ministerio de Salud, que modifica el sistema de residencias y es considerada un retroceso en derechos laborales y formativos para miles de profesionales jóvenes.
“La defensa del Garrahan y de todos los hospitales tiene un consenso social creciente. Hoy en la Argentina está siendo afectado el derecho humano a la salud de millones de personas”, concluyó Aguiar.
El paro nacional se inscribe en una serie de conflictos que crecen en todo el país frente al ajuste libertario. Con 1.700 hospitales, 6.000 unidades sanitarias y más de 500.000 trabajadores en riesgo, el sistema de salud se transforma en una trinchera central de resistencia frente al proyecto de exclusión social que el Gobierno viene imponiendo y busca profundizar.