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Nota Completa

MILEI EN EL CHACO: RELIGIÓN, ODIO DE CLASE Y CAMPAÑA ELECTORAL

Publicado : 06/07/2025
(Review)

En su primera visita oficial al Chaco, el presidente Javier Milei evitó hablar de pobreza o federalismo y optó por inaugurar un templo evangélico. Desde allí lanzó ataques a la justicia social, exaltó el capitalismo como mandato divino y sugirió que opositores deberían estar presos.

Este sábado, el presidente Javier Milei desembarcó en el Chaco en modo campaña. No vino a anunciar obras, ni a escuchar a los sectores más postergados de la provincia más pobre del país. Llegó para inaugurar el templo evangélico "Portal del Cielo", desde donde desplegó un discurso cargado de fanatismo, odio ideológico y violencia simbólica. Acompañado por su hermana Karina y recibido por el gobernador radical Leandro Zdero, el libertario se presentó como cruzado de una batalla cultural que combina neoliberalismo salvaje, fundamentalismo religioso y persecución política.

En el templo, rebautizado como escenario de su cruzada, Milei afirmó que la justicia social es "un pecado capital" y un acto de “envidia con retórica”, negando siglos de luchas populares por la equidad. Citando economistas de ultraderecha y textos bíblicos, llegó a definir al Estado como “una representación del maligno”. Como si fuera poco, lanzó una amenaza velada: “Por suerte están empezando a caer presos”, en alusión directa a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner.

El acto, lejos de lo institucional, fue parte de la Convención Mundial "Invasión del Amor de Dios", un megaevento organizado por la Iglesia Cristiana Internacional. Allí, entre entradas que costaban hasta $100.000 y un predio con capacidad para 18 mil personas, se desplegó una escenografía que parece más electoral que espiritual.

Mientras el pueblo chaqueño sobrevive entre la indigencia, el desempleo y los recortes de alimentos, el presidente prefiere exhibir motosierra de cartón en manos de jubilados que ya no acceden a remedios. No hubo anuncios de políticas públicas, ni diálogo con organizaciones sociales o sindicatos. Sólo un mensaje: el ajuste tiene mística y quien lo cuestione es “enemigo de la libertad”.

La visita dejó en claro el rumbo de campaña de La Libertad Avanza: una alianza entre sectores evangélicos conservadores, negocios privados y odio de clase. En este escenario, la ausencia del Estado se disfraza de virtud moral. Y los más humildes, otra vez, son convertidos en rehenes de una fe al servicio del mercado.