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Nota Completa

UNA CGT SIN TIMÓN NI RUMBO EN MEDIO DEL AJUSTE

Publicado : 05/07/2025
(Review)

La salida anunciada de Héctor Daer y Carlos Acuña expone la crisis de representación en la principal central obrera del país. Sin programa, sin conducción y con el gobierno avanzando sobre derechos, la CGT entra en una etapa de indefinición que ya genera tensiones internas.

No hizo falta esperar al fin del mandato. A cinco meses del recambio previsto, los dos principales referentes de la CGT confirmaron que no seguirán al frente de la conducción. La decisión de Daer, ratificada también con su salida de ATSA, y la de Acuña, representante del barrionuevismo, dejan vacante la cúpula de una central que desde hace tiempo parece más espectadora que protagonista del escenario político.

La CGT atraviesa una crisis de conducción en un momento clave. Mientras el gobierno de Javier Milei ejecuta un ajuste brutal, reprime la protesta y desmantela políticas públicas, la central obrera optó por el silencio. Desde el paro del 10 de abril no hubo nuevas medidas ni definiciones. La llamada “mesa chica” incluso convalidó, sin debate orgánico, el ingreso del titular de la UOCRA, Gerardo Martínez, al “Consejo de Mayo” impulsado por el Ejecutivo.

En paralelo, comenzaron los movimientos internos de cara a la sucesión. Aunque el Congreso estaba previsto para noviembre, ya se discute su posible adelantamiento. La UOM, bajo la conducción de Abel Furlán, reclama reactivar el Comité Central Confederal y poner en marcha un debate real sobre la conducción y el rumbo. Furlán es uno de los nombres que circulan para una conducción unipersonal, modelo que se impone frente al esquema del triunvirato, hoy sin defensores.

Otros sectores también buscan posicionarse. El transporte, históricamente influyente, anticipa su intención de intervenir con peso propio. Nombres como Jorge Sola, Gerardo Martínez, Andrés Rodríguez, Armando Cavalieri o la joven dirigenta Maia Volcovinsky aparecen en las conversaciones, aunque sin una síntesis clara.

En este escenario de acefalía, toma protagonismo el Frente de Lucha por la Soberanía, el Trabajo y el Salario, que nuclea a la CATT, la UOM, las CTA y gremios territoriales. El frente movilizó a miles de trabajadores el 25 de junio y prepara una jornada solidaria para el 9 de Julio con fuerte contenido político y social. Su discurso apunta directamente al modelo de ajuste y entrega del gobierno, y contrasta con la pasividad de la CGT oficial.

Desde sectores más combativos, como la Federación Gráfica, se reclama recuperar la vida orgánica de la central, retomar instancias de debate y reconstruir un programa común. “Sin posicionamiento claro frente al ajuste, no hay conducción que alcance”, advierten.

La salida de Daer y Acuña puede ser leída como el cierre de un ciclo, pero también como el síntoma de una crisis más profunda: la de una central obrera que, frente al avance del neoliberalismo, todavía no encuentra el modo de volver a estar a la altura de su historia.