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Nota Completa

JULIA MENGOLINI, BLANCO DEL FASCISMO DIGITAL CON RESPALDO PRESIDENCIAL

Publicado : 29/06/2025
(Review)

La ofensiva contra Julia Mengolini no es un accidente ni una simple provocación digital: es el capítulo más reciente del modus operandi sistemático de la derecha libertaria, que combina tecnología, violencia simbólica y respaldo presidencial para construir un Estado de hostigamiento y disciplinamiento político.

El ataque que sufrió Mengolini con deepfakes perversos y acusaciones falsas —incesto, la máxima degradación de la mentira— desborda la lógica de la desinformación para convertirse en un acto de violencia política de género con efectos devastadores. No se trata sólo de destruir una imagen pública: buscan pulverizar la vida íntima, desarmar la fortaleza emocional y quebrar la resistencia de quienes desafían el relato hegemónico.

Esta operación, que encuentra en el presidente Javier Milei su mayor vocero y legitimador, reproduce un patrón de violencia que excede el mundo virtual para generar consecuencias palpables en la realidad. Las palabras de Milei, que llamaron a “no odiar lo suficiente a los periodistas”, son una invitación explícita a la agresión física y simbólica, con un saldo visible: Roberto Navarro internado tras un ataque físico que se desencadenó a partir de un tuit presidencial.

Los ataques a Julia y a tantos otros son parte de un entramado que articula trolls, funcionarios y medios afines en una maquinaria de destrucción destinada a sembrar miedo, silenciar voces críticas y disciplinar a la sociedad. No es casualidad: es un proyecto político de dominación que utiliza la violencia digital como punta de lanza para avanzar sobre las conquistas democráticas y sociales.

En este contexto, la responsabilidad institucional se vuelve urgente e impostergable. La democracia no puede sostenerse si el Estado mira para otro lado mientras se habilita una escalada de odio con respaldo presidencial. Es imprescindible que las instituciones actúen con firmeza, que se ponga fin a la impunidad de los discursos que incitan a la violencia y que se proteja a quienes defienden los derechos humanos, la justicia social y la libertad de expresión.

Nosotros, como medio comprometido con la memoria, la verdad y la justicia social, repudiamos con todas nuestras fuerzas esta operación de disciplinamiento. Expresamos nuestra solidaridad incondicional con Julia Mengolini y con todas las mujeres y militantes que resisten estos embates. La batalla por la democracia, la igualdad y la justicia se libra en las calles, en las redes y en cada rincón donde se construye conciencia.

El odio no es libertad. Es el síntoma de un régimen en crisis que sólo podrá frenarse con organización popular, resistencia colectiva y un compromiso militante irrenunciable.

Llamamos a toda la sociedad a reflexionar y a no convertirse en cómplices ni en testigos pasivos del avance de discursos de odio, métodos fascistas y prácticas antidemocráticas que desarman el tejido social y profundizan la pauperización. Defender la democracia es una responsabilidad colectiva e ineludible.