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Nota Completa

ARGENTINA IMPORTA LANGOSTINOS MIENTRAS LA INDUSTRIA PESQUERA SE HUNDE

Publicado : 19/06/2025
(Review)

En plena crisis del sector, el gobierno de Milei impulsa un acuerdo para importar 80.000 toneladas de langostinos ecuatorianos. La medida expone el modelo de ajuste y destrucción productiva que está dejando a más de 20.000 familias al borde del desempleo.

En una postal brutal del modelo económico que impulsa Javier Milei, la industria pesquera argentina atraviesa una crisis sin precedentes: las principales empresas del sector buscan importar langostinos desde Ecuador para cumplir sus compromisos de exportación. La noticia fue confirmada por la Fundación Latinoamericana de Sostenibilidad Pesquera (FULASP), tras una reunión con cámaras empresarias y representantes del gobierno nacional.

La razón de fondo es simple: el conflicto entre las patronales y los gremios paralizó la flota tangonera congeladora. Las empresas quieren reducir en un 30% los salarios por producción, actualizados en función de un convenio colectivo firmado cuando el kilo de langostino valía U$S12. Hoy el precio internacional cayó un 60%, pero los trabajadores siguen cobrando en base a ese histórico. La rentabilidad empresaria, dicen, ya no cierra. Y el gobierno, en lugar de intervenir para defender el trabajo nacional, autoriza la importación de productos pesqueros extranjeros.

El acuerdo con Ecuador cuadriplicaría las importaciones anuales de langostinos. No solo se trata de una entrega del mercado interno, sino de una señal política clara: en el modelo de Milei, el trabajo argentino es prescindible. Si sale más barato traer langostinos cultivados bajo acuicultura intensiva, que generarlos en nuestras costas con marineros formados y sindicatos activos, la elección es obvia para el gobierno: importar, ajustar, destruir.

Raúl Cereseto, titular de FULASP, fue categórico: "Es un golpe de gracia para la actividad extractiva nacional". Y no exagera. El reemplazo de la producción local por insumos importados puede empujar a más de 20.000 trabajadores al desempleo. El vaciamiento no es casual: es política.

El gobierno libertario avanza con una receta de desindustrialización, apertura comercial y disciplinamiento sindical. Mientras la inflación y la recesión asfixian a las pymes y trabajadores, las ganancias se fugan y la soberanía se entrega. Los langostinos son solo un ejemplo. El modelo es el problema.