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UN GOLPE CONTRA LA MEMORIA

Publicado : 06/06/2025
(Review)

El gobierno de Javier Milei desplazó a Mayki Gorosito, una de las grandes impulsoras del Sitio de Memoria ESMA y figura clave para su reconocimiento internacional. Desde ADN Populares expresamos nuestra solidaridad con ella y nuestro más enérgico repudio a una decisión que ataca el corazón de las políticas de Memoria, Verdad y Justicia.

El despido de Mayki Gorosito no es un hecho aislado ni una decisión administrativa más. Es una agresión directa y deliberada del gobierno de Javier Milei contra una construcción colectiva que llevó décadas y que hoy es orgullo no solo nacional, sino internacional. Porque el Museo Sitio de Memoria ESMA no es solo un espacio: es testimonio viviente del horror del terrorismo de Estado, y también de la dignidad de un pueblo que decidió no olvidar.

Gorosito, que estuvo al frente del museo en los últimos años, fue una pieza fundamental en el proceso que culminó con la declaración de la ESMA como Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO en 2023. Se trata del primer sitio de memoria del terrorismo de Estado reconocido con esa categoría a nivel global. El organismo internacional subrayó su valor universal como símbolo de resistencia, como evidencia del genocidio perpetrado por la última dictadura y como herramienta pedagógica imprescindible para la transmisión de las memorias democráticas.

Su despido, sin fundamentos ni diálogo, es leído por organismos de derechos humanos como una maniobra política para vaciar simbólicamente uno de los espacios más emblemáticos del Nunca Más.

Desde ADN Populares no vamos a naturalizar este atropello. Porque no se trata solo de la remoción de una funcionaria. Se trata de una embestida política contra uno de los consensos más valiosos de la democracia argentina: el Nunca Más. Quieren resignificar la historia, relativizar el genocidio, instalar el negacionismo como discurso oficial. Y eso, en cualquier país serio del mundo, sería inadmisible. En Alemania, por ejemplo, negar los crímenes del nazismo no es una opinión: es un delito.

Organismos de derechos humanos, sobrevivientes y familiares fueron contundentes: “Es un hecho gravísimo”, dijo Graciela Lois, de Familiares de Desaparecidos. Y no están solos. En cada escuela, en cada plaza, en cada mural con los rostros de las y los 30.000, hay una sociedad que sigue sosteniendo la memoria como bandera.

Lo que está en juego no es solo una dirección institucional. Lo que está en juego es el sentido. La verdad histórica. La lucha inclaudicable por justicia. Por eso, desde este medio no solo acompañamos a Mayki Gorosito con solidaridad y respeto, sino que reafirmamos nuestro compromiso irrenunciable con las políticas de memoria y con cada una de las luchas que nos trajeron hasta acá.

No vamos a permitir que se borre lo que costó sangre y resistencia. No vamos a permitir que se reescriba la historia con odio y mentira. No vamos a permitir que se avasallen los pactos básicos de la democracia.

Desde ADN Populares, decimos con firmeza: con la memoria no se negocia.