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LA DEUDA COMO CONDENA: EL AJUSTE DE MILEI AHOGA A LOS HOGARES

Publicado : 06/06/2025
(Review)

Con récords de morosidad en tarjetas y préstamos personales, los bancos alertan sobre un colapso silencioso en la economía real. Las familias se endeudan para comer y crecen los cheques sin fondos.

La economía de las familias trabajadoras está al límite. El 58% de quienes deben plata en la tarjeta de crédito lo están por haber comprado alimentos. No viajes, no electrodomésticos, no lujos: comida. El dato lo reveló el Instituto de Estadísticas y Tendencias Sociales y Económicas (IETSE) y da contexto a otra cifra inquietante: la morosidad con tarjetas trepó al 2,8% en marzo, el nivel más alto en tres años, según el Banco Central de la República Argentina (BCRA).

La postal es clara: sueldos que no alcanzan, inflación que sigue pegando y tarjetas que se usan como si fueran un ingreso más. Pero no lo son. La cuenta llega, y cada vez son más quienes no pueden pagarla. Lo mismo pasa con los préstamos personales, donde el incumplimiento ya supera el 4,1%, el porcentaje más alto desde mediados del año pasado.

Mientras el presidente Javier Milei celebra superávits en el Excel, abajo el tejido social se deshilacha. Las señales no son solo estadísticas. También están en los 64.000 cheques rechazados en un mes, el peor registro en cinco años. O en la tasa de rechazo, que alcanzó el 1,3% del total compensado. Empresas chicas y comercios de barrio empiezan a sentir el ahogo de una cadena de pagos que no da más.

Desde el Banco Ciudad, uno de sus directores, Gastón Rossi, encendió la alarma: “La cobranza de los créditos se está volviendo más pesada”. En los bancos ya ven cómo cae la capacidad de pago de familias y pymes. La Asociación de Bancos Argentinos (ADEBA) confirmó que la irregularidad del crédito al sector privado subió al 2% y acumula cuatro meses seguidos de empeoramiento.

No es una crisis de consumo irresponsable. Es un modelo que obliga a endeudarse para sobrevivir. Más del 15% de los hogares tomó nuevas deudas este año, mientras otro 12% arrastra compromisos desde 2023 o antes. El 65% tiene entre dos y tres deudas activas. Y un 12%, más de tres.

Incluso el crédito no bancario muestra señales de agotamiento: consultoras privadas estiman que el 10,4% de esos préstamos está en situación de mora. En noviembre era el 7,4%. El salto de más de tres puntos marca una tendencia.

Ajuste, deuda, morosidad y angustia. La economía real ya no aguanta más discursos. Mientras el gobierno prioriza los mercados, la realidad de millones se resume en una sola frase: se endeudan para llenar la heladera.