Jorge Rachid propone un horizonte estratégico hasta 2050, basado en soberanía, justicia social y unidad latinoamericana, frente a la opresión imperial y el vaciamiento nacional.

En medio de una Argentina golpeada por la angustia social, la represión política y la desindustrialización planificada, el médico sanitarista y militante peronista Jorge Rachid llamó a formular una agenda propia que rompa con la lógica de subordinación impuesta por los centros de poder global. “No es fácil romper la agenda del enemigo”, reconoció, “pero debemos construir una agenda patria para 2050, que nos trascienda generacional y biológicamente”.

El planteo fue claro: sin soberanía económica ni autodeterminación política, no hay posibilidad de felicidad para el pueblo argentino. En un diagnóstico crudo pero certero, Rachid denunció el rol de la deuda externa como mecanismo de extorsión colonial, la injerencia de la Cuarta Flota de Estados Unidos sobre las decisiones estratégicas del país, y el uso del comercio internacional como herramienta de condicionamiento político. También repudió el genocidio del pueblo palestino a manos del Estado de Israel, con la complicidad del silencio internacional, como expresión de un orden mundial profundamente injusto.

Desde una mirada profundamente humanista, Rachid propone un horizonte alternativo, basado en la integración latinoamericana, la recuperación del rol del Estado, la construcción de un poder popular instituyente y el desarrollo soberano de la ciencia, la tecnología y las empresas estratégicas nacionales. “No hay felicidad si gestionamos la pobreza en vez de derrotarla, si nuestros científicos deben emigrar, si seguimos oprimidos por quienes quieren condicionar el futuro de los argentinos”, sostuvo.

En esa dirección, destacó la importancia de construir un nuevo pacto constitucional que garantice el acceso universal a la salud, la educación y la seguridad social como derechos y no como mercancías, y la necesidad de refundar un proyecto nacional con objetivos de largo plazo que trasciendan la lógica electoralista. “No puede ser solo un parche para la coyuntura. Tiene que ser una estrategia de país”, insistió.

Desde la reivindicación de los 12 años de gobiernos populares de Néstor y Cristina Kirchner, Rachid subraya que no alcanza con ampliar derechos si no se rompe con la matriz macroeconómica de la dependencia. Por eso llama a movilizarse, a protagonizar la historia y a recuperar el sentido de patria, como bandera común por encima de toda diferencia partidaria. “Solo luchando venceremos”, afirmó. “Esta pesadilla solo terminará cuando tengamos un horizonte de libertad y una construcción política colectiva”.