La expresidenta anunció que competirá en la Tercera Sección bonaerense. Cuestionó el desdoblamiento de las elecciones, fustigó al gobierno de Milei y convocó a una estrategia colectiva para enfrentar a la “derecha cruel y esotérica”.
En una entrevista de más de hora y media en el canal C5N, Cristina Fernández de Kirchner anunció que será candidata a diputada provincial por la Tercera Sección electoral. El anuncio llegó como parte de un llamado explícito a dejar de lado los egos y construir una unidad sin mezquindades para enfrentar al gobierno de Javier Milei, al que definió como “una derecha anti Estado, muy cruel y esotérica”, con un proyecto que garantiza “libertad para los ricos pero no para los pobres”. Rodeada por una multitud que la esperó a la entrada y a la salida del canal, la expresidenta fue enfática: “No es un problema de la Legislatura bonaerense, es una cuestión de sentido común. Si al peronismo no le va bien en septiembre en la provincia, no nos puede ir bien en octubre”. La entrevista coincidió con una jornada de protestas por los recortes en salud y tras la violencia ejercida desde el entorno presidencial contra un niño con autismo, cuya dirección personal fue difundida en redes.
“Hay que ir donde uno más sirve, en el momento y lugar oportuno. No hay que ver la política como un escalafón”, explicó Cristina, quien además dejó trascender que espera que Sergio Massa también se sume a competir, esta vez por la Primera Sección. En el tramo más estratégico de la entrevista, y sin mencionarlo directamente, redujo sus diferencias con Axel Kicillof a un plano de formas, incluso de género: “Los hombres tienen eso de que si no se hace lo que ellos dicen, es como que pierden”, ironizó. Pero aseguró que, pese a las diferencias, “a la larga la unidad se va a lograr” y marcó la línea de acción: “Ya está. Ahora hay que ayudar, poner el hombro y trabajar para que el peronismo haga la mejor elección posible en la provincia”.
La expresidenta confirmó además que este sábado viajará a Corrientes para apoyar a Martín “Tincho” Ascúa como candidato a gobernador en las elecciones del 31 de agosto. En ese distrito, el PJ y el Frente Renovador sellaron una unidad opositora frente al radicalismo gobernante. La unidad como estrategia también fue recordada al repasar el armado de 2019, tras la persecución judicial de la causa Vialidad, y el acuerdo para postular a Massa en 2023: “Wado se bajó en mi despacho como un gesto de unidad. El objetivo era conservar la provincia de Buenos Aires”.
Cristina calificó a Milei como “un marginal de la política” al servicio de los grandes poderes económicos, y denunció la hipocresía del discurso oficial: “Clausuran La Salada y al mismo tiempo defienden a los que fugaron millones. ¿Por qué libertad para los ricos y no para los pobres?”. También apuntó contra el Poder Judicial como garante de ese orden injusto: “Es la guardia pretoriana del poder económico. No voy a someter mis decisiones políticas a sus fallos”.
Reivindicó el uso de las PASO como herramienta contra la fragmentación y propuso una reforma constitucional para eliminar las elecciones de medio término. También volvió a advertir sobre el carácter deuda-dependiente del gobierno y la amenaza de default: “No es una fantasía lejana. Este modelo es inviable”.
Entre los momentos más emotivos, se quebró al recordar a Néstor Kirchner: “Lo extraño todos los días”. También reivindicó al Papa Francisco y condenó los ataques del oficialismo a figuras populares como Ricardo Darín o la serie Zamba. “No entienden nada. Zamba no fue adoctrinamiento, fue un éxito de historia nacional”.
Cerró con una definición que fue titular y mensaje: “Muerta o presa. Pero nunca de rodillas frente al poder económico”.