Dalma Maradona repudió un montaje libertario que buscaba apropiarse de la figura de su padre para respaldar a Javier Milei.

En un nuevo intento por vaciar de sentido símbolos populares para vestir con ellos su proyecto elitista y represivo, el oficialismo libertario usó una imagen falsa de Diego Maradona junto a Javier Milei, generada con inteligencia artificial. El montaje, difundido por el influencer ultra Daniel Parisini, llevaba la leyenda “Maradona es Milei”, imitando el eslogan “Adorni es Milei” que apareció en afiches durante la campaña del vocero presidencial.

Dalma Maradona reaccionó de inmediato: “¿Qué hacés? ¡Sacá eso ya!”, escribió en la publicación, en medio de días especialmente difíciles por el derrumbe del juicio que investiga la responsabilidad médica en la muerte de su padre. Lejos de disculparse, Parisini defendió su publicación asegurando que “su fuente” era Verónica Ojeda, expareja del Diez. “Ella lo conocía más que nadie”, escribió, con tono provocador. Dalma retrucó: “Vos usás a mi papá políticamente. Te aprovechás de que no está. Lo que hacés está mal y lo sabés”.

El oficialismo no solo busca imponer su programa económico a fuerza de represión: también pretende reescribir el legado de las figuras populares. La operación sobre Maradona —símbolo de la rebeldía, la justicia social y la identidad latinoamericana— no es inocente. Pretende apropiarse de su imagen para legitimar a un gobierno que ataca los derechos por los que él luchó en vida.

En paralelo, Ojeda declaró en televisión que no está segura de si Diego “hubiera querido o no a Milei”, y que su hijo Diego Fernando “es fanático del presidente”. Dalma contestó desde sus redes: “Yo sí sé qué causas defendió mi papá toda su vida. Podrán sacar sus conclusiones”. Y pidió no desviar el eje: “Lo importante es el juicio”.

La batalla por el sentido está abierta. Y la respuesta de Dalma fue más que un límite personal: fue un acto de memoria en tiempos donde el poder intenta borrar todo rastro de justicia social. Maradona no fue Milei. Ni en vida, ni ahora.