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Nota Completa

ROMPEN EL PACTO SANITARIO GLOBAL

Publicado : 28/05/2025
(Review)

Argentina se retira de la OMS y alinea su política de salud con la ultraderecha antivacunas de Estados Unidos

En una decisión de extrema gravedad, el Gobierno nacional anunció su salida de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y comunicó un paquete de reformas sanitarias que incluye revisión de vacunas, control sobre medicamentos de alto costo y una ofensiva contra los aditivos alimentarios. Lo hizo tras una reunión entre el ministro Mario Lugones y Robert F. Kennedy Jr., figura central del movimiento antivacunas estadounidense y aliado político de Donald Trump.

La medida, que rompe con décadas de cooperación internacional en salud pública, implica el retiro de Argentina del principal organismo global que coordina respuestas ante pandemias, establece criterios científicos para vacunas y medicamentos, y ofrece asistencia técnica a los países en desarrollo. El comunicado oficial calificó las recomendaciones de la OMS como “dogmas internacionales” y acusó al organismo de responder a “intereses políticos y estructuras burocráticas”.

El Ministerio de Salud señaló además que “las vacunas Covid fueron aprobadas sin grupo de control” y anunció que se revisarán todos los procesos de aprobación de inmunizaciones en el país. Aunque prometieron continuar campañas como la del sarampión, el mensaje fue claro: la política sanitaria nacional pasará a regirse por una lógica de mercado y no por criterios epidemiológicos.

La retirada de la OMS no es una acción aislada. Forma parte de un giro ideológico que busca desmantelar los consensos científicos construidos tras siglos de lucha contra enfermedades y pandemias, y que privilegia los negocios de la industria farmacéutica por sobre la vida y la salud de la población. Al desfinanciar la salud pública, revisar medicamentos costosos y cuestionar vacunas esenciales, el Gobierno no solo expone a millones de personas, sino que consagra la desigualdad como política de Estado.

En paralelo, se anunció una revisión de entes nacionales de salud con el objetivo de “achicar estructuras”, sin explicar qué organismos serán intervenidos ni cómo se protegerán los derechos de pacientes y trabajadores. También se pondrán bajo la lupa los aditivos utilizados por la industria alimentaria, en una agenda que, más que proteger la nutrición, busca abrir una nueva fase de desregulación.

El respaldo inmediato de Estados Unidos a través de su embajada —luego del encuentro entre Lugones y Kennedy Jr.— evidencia que la política sanitaria argentina ya no se define en función de las necesidades del pueblo, sino de las prioridades geopolíticas de los grandes laboratorios y las potencias del norte.

El retiro de Argentina de la OMS no es una simple reforma técnica. Es una ruptura con el pacto sanitario global y un atentado contra la salud colectiva. Un paso más en la conversión de derechos humanos básicos en mercancías reguladas por el lucro y la ideología.