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PYMES EN RETROCESO: IMPORTACIONES Y DESPIDOS EN ALZA

Publicado : 19/05/2025
(Review)

El 28% de las pymes industriales perdió mercado en el primer trimestre. La apertura de Milei favorece al extranjero y golpea a la producción nacional.

La apertura económica del gobierno de Javier Milei ya muestra su costo en el corazón de la industria nacional. Según un informe de la Fundación Observatorio Pyme (FOP), el 28% de las pymes manufactureras perdió participación en el mercado interno durante el primer trimestre de 2025 por el avance de los productos importados. A medida que los contenedores llegan, las persianas bajan.

El impacto es directo y desigual. En sectores como la metalmecánica, más del 60% de las empresas se declara amenazada por la competencia extranjera. El mismo temor crece en las textiles y del cuero, donde el 57% advierte que ya pierde terreno. Son cifras récord: incluso superan los picos de crisis durante el macrismo, en 2016 y 2018.

La baja de aranceles a productos como celulares y electrónicos, anunciada con bombos oficiales, es parte del combo que empuja hacia la extranjerización del consumo. Mientras tanto, el tejido productivo local se debilita. Según la FOP, aunque las ventas deflactadas subieron un 15%, la producción industrial cayó un 3%. El crecimiento, a la Milei, es solo una ilusión importada.

El efecto inmediato es doble: se vende más, pero se fabrica menos. Las pymes dejan de producir para convertirse en distribuidoras de productos terminados del exterior. Y el mercado laboral lo siente: en tres meses, el sector perdió el 5% de sus puestos de trabajo.

El diagnóstico es contundente. El 64% de las empresas relevadas reportó caída de ventas. Más de la mitad soporta aumentos en los costos salariales. Y un 41% señala que la suba de materias primas agrava aún más la ecuación. Ni siquiera la eliminación de retenciones para exportaciones pyme —una medida tardía y limitada— compensa la destrucción que genera la apertura indiscriminada del mercado interno.

En nombre de la libertad, el Gobierno destruye la base de sustentación de miles de pequeñas industrias que sostienen empleo, arraigo y valor agregado. Mientras Milei celebra el libre comercio, el país se resigna a la dependencia. Y el modelo productivo argentino retrocede una vez más, bajo las banderas de un ajuste que no fabrica, solo liquida.