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PEPE MUJICA, EL ÚLTIMO GRAN REFERENTE DE LA IZQUIERDA LATINOAMERICANA

Publicado : 13/05/2025
(Review)

Su muerte no solo marca el fin de una era, sino la necesidad urgente de retomar los valores que él encarnó: humildad, compromiso y justicia social.

José “Pepe” Mujica se fue dejando un legado que pesa mucho más que sus 89 años. Fue un hombre que encarnó la lucha popular desde sus tiempos como tupamaro hasta su presidencia, con una coherencia pocas veces vista en la política latinoamericana. No fue un simple estadista, sino un militante que llevó la austeridad y la ética al centro del poder, haciendo de la política una herramienta para transformar vidas, no para el enriquecimiento personal.

Su vida es la historia de un pueblo que resistió dictaduras y humillaciones, y que, a través de él, mostró que la política también puede ser un acto de amor. La chacra en Montevideo donde eligió vivir, lejos del brillo y la pomposidad de los palacios, fue símbolo de esa convicción. Mujica fue el presidente que devolvió la dignidad a los sectores populares, impulsando leyes progresistas que marcaron un avance en derechos sociales, siempre desde un compromiso profundo con la justicia y la igualdad.

Hoy, cuando la derecha avanza con sus discursos de odio, exclusión y mercado voraz, la figura de Mujica es más necesaria que nunca. Nos recuerda que otro camino es posible, uno que no negocia con la pobreza ni con la memoria histórica. Que la política debe ser para servir, no para enriquecerse; para construir comunidad, no para fragmentarla.

Su partida es un llamado a no dejar caer la bandera que sostuvo con firmeza durante toda su vida. El “Viejo” Mujica fue y será un faro que ilumina la resistencia, la esperanza y la lucha por un proyecto nacional popular que vuelva a poner en el centro al pueblo trabajador y a los derechos humanos.

Su ejemplo trasciende fronteras y generaciones, y su voz seguirá resonando en la memoria colectiva como un recordatorio de que la verdadera grandeza está en la humildad y la coherencia con los ideales. Mujica se fue, pero su lucha es eterna.