El régimen de Milei volvió a desplegar violencia institucional contra una protesta pacífica. Hubo empujones, golpes y al menos un detenido. Jubilados, periodistas y el padre Paco Olveira fueron agredidos.

En un nuevo episodio de brutalidad policial avalada por el Gobierno de Javier Milei, las fuerzas de seguridad reprimieron una manifestación pacífica frente al Congreso de la Nación. Mientras el Senado se preparaba para tratar el paquete de leyes del oficialismo, el edificio amaneció completamente vallado y rodeado de efectivos con escudos, bastones y gases.

La represión dejó al menos un detenido y varios heridos. Entre los agredidos estuvo el sacerdote Francisco “Paco” Olveira, referente del grupo de curas Opción por los Pobres, quien recibió un corte debajo del ojo derecho. “Tiraron a una jubilada y cuando la ayudamos, se quisieron llevar a un compañero. Dijeron que golpeaba a la Policía, pero sólo paraba los escudos”, relató Olveira.

“Me tomaron los datos por si me quiere llamar el fiscal”, ironizó, y luego agregó con dureza desde el móvil de C5N: “Yo tengo coronita, el pueblo no”. La violencia alcanzó también a jubilados y periodistas que cubrían la protesta.

Con esta nueva represión, el gobierno libertario vuelve a mostrar su desprecio por el derecho a la protesta y su vocación autoritaria. El Congreso, convertido en fortaleza, simboliza la desconexión de un régimen que avanza con ajuste, entrega y palos.