El Senado rindió homenaje al Papa argentino con un mensaje de unidad, justicia social y paz. Condolencias, reflexiones y también autocríticas.
El Senado de la Nación sesionó este jueves para rendir homenaje al papa Francisco, fallecido el lunes pasado en el Vaticano, a los 88 años. En un clima de recogimiento y respeto, 23 senadores y senadoras expresaron su pesar y recordaron el legado del primer pontífice argentino, cuya figura trasciende las fronteras religiosas y políticas.
La sesión fue presidida por Victoria Villarruel y culminó con la aprobación de una declaración unificada de condolencias. El texto destacó su “ejemplar trayectoria desde sacerdote hasta Sumo Pontífice” y subrayó su “incansable compromiso con la dignidad humana, el diálogo interreligioso, la justicia social y la paz mundial”.
Desde Unión por la Patria, la entrerriana Stefanía Cora interpeló a sus colegas: “¿Para qué sirven estos homenajes si cuando tomamos decisiones de Estado las vidas de los pobres y los migrantes no nos importan?”.
El radical Maximiliano Abad valoró el “papado transformador” de Francisco, su defensa de las minorías y su protagonismo en temas centrales como las migraciones y el medioambiente. Luis Juez, conmovido, lamentó que “no supimos valorarlo”, y José Mayans, jefe del bloque peronista, sentenció: “Perdimos un Papa, pero tenemos un Santo”.
Incluso desde La Libertad Avanza, el senador Bartolomé Abdala destacó “los mensajes claros y fraternos” del Papa y llamó a reflexionar sobre la misericordia como legado.
Francisco fue un pastor del pueblo que incomodó al poder y abrazó a los olvidados. Hoy, desde el Vaticano y desde cada rincón del mundo, su palabra sigue viva.