Mientras algunos especulan con las cripto, otros financian con solidaridad: una fundación apoya financieramente a empresas recuperadas y cooperativas
Se trata de La Base, una organización de finanzas solidarias que, desde hace 20 años, brinda financiamiento, capacitaciones y asistencias técnicas a colectivos de trabajadores autogestionados. Con su aporte, más de 5000 familias cooperativistas del norte a sur de nuestro país pueden seguir sosteniendo sus fuentes de trabajo.
Ubicada en la calle Talcahuano del centro porteño, la fundación La Base ha permitido que 90 empresas recuperadas y cooperativas del AMBA, Santa Fe, Mendoza, Entre Rìos, Salta, Tucumán, Ushuaia y Río Negro puedan adquirir maquinarias, materias primas, insumos, mejorar la infraestructura o resolver cuestiones logísticas.
Desde una perspectiva de economía social, solidaria, popular y feminista, ofrecen a 5000 familias argentinas por año, a través de fondos propios, préstamos que permiten responder a sus necesidades y a la lógica de sus organizaciones.
A diferencia de lo que haría un banco, La Base cuenta con una metodología basada en la horizontalidad y el trabajo democrático. En primer lugar, piensan con los trabajadores cuál es el mejor proyecto productivo posible. Una vez que éste es aprobado por la asamblea de los cooperativistas, se presta el dinero y se acompaña en su ejecución con encuentros dedicados a temas de gestión, producción, comercialización, comunicación, autogestión, género, entre otros. Una vez devuelto el préstamo, se usa para otras personas que lo necesitan.
La búsqueda por fortalecer procesos colectivos de sostenimiento y generación de trabajo ha permitido, por ejemplo, que 60 hombres y mujeres de la comunidad indígena del pueblo kolla Colanzulí, de Salta, puedan comprar los materiales necesarios para terminar la construcción de un galpón de acopio y, así, llevar a cabo la comercialización de papines andinos y habas.
También han logrado que 90 familias de la cooperativa mendocina “Crecer desde el Pie” puedan continuar fabricando pulpa de tomate, vinos, mermeladas y conservas. En Santa Fe, el aporte de La Base posibilitó que la cosmética recuperada Prunelle produzca cremas y, en el Gran Buenos Aires, docentes y familias de Jardín Plaza Bebé, una cooperativa con más de 25 años en Morón, abrieron su escuela primaria.