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Nota Completa

EL SALARIO MÍNIMO, POR DEBAJO DE LOS NIVELES DE 2001

Publicado : 28/03/2025
(Review)

La caída del salario mínimo en Argentina ha sido dramática. En los últimos meses, el poder adquisitivo de los trabajadores más vulnerables ha sufrido una pérdida acumulada de 30%, dejando al salario mínimo por debajo de los niveles de 2001, antes de la crisis de la convertibilidad.

Según un informe del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) de la Facultad de Ciencias Económicas, el salario mínimo en febrero de 2025 alcanzó niveles inferiores a los previos a la crisis de la convertibilidad. Esta pérdida ha tenido un impacto negativo en las condiciones de vida de los trabajadores, quienes hoy se ven forzados a enfrentar una situación económica cada vez más insostenible.

Entre noviembre de 2023 y febrero de 2025, el salario mínimo experimentó una caída del 30%, con un 15% registrado en diciembre de 2023 y una nueva baja del 17% en enero de 2024. Aunque se produjo un leve repunte en los meses siguientes, el poder adquisitivo sigue siendo insuficiente para cubrir las necesidades básicas, lo que ha empeorado la calidad de vida de los argentinos.

El valor del salario mínimo, que pasó de $292.446 en febrero a $296.832 en marzo de 2024, no alcanza para satisfacer las demandas más básicas de los trabajadores. Según el IIEP, la pérdida real del salario desde el pico más alto de la serie, en 2011, llega a un alarmante 61%. Esto refleja un fenómeno que afecta principalmente a los sectores más vulnerables, donde la aceleración inflacionaria ha mermado gravemente el poder de compra.

A pesar de que el gobierno ha implementado algunos aumentos salariales a través de decretos, las negociaciones se han estancado, y el sector privado sigue sin un acuerdo claro entre empresarios y sindicatos. La falta de acuerdos en torno a los aumentos salariales ha generado una creciente incertidumbre en un contexto económico cada vez más tenso.

Además de la caída salarial, el empleo formal en el sector privado muestra señales de debilidad. A finales de 2024, el empleo asalariado formal alcanzó los 6,25 millones de trabajadores, pero la tasa de crecimiento fue débil y la pérdida de empleo fue significativa, con 105.000 puestos de trabajo menos en comparación con el año anterior.

Los gremios, como la Asociación de Profesionales y Técnicos del Hospital Garrahan, continúan reclamando aumentos salariales para evitar que el salario mínimo siga perdiendo poder adquisitivo. En diciembre de 2024, los sindicatos pidieron un salario mínimo de $572.000, una cifra que fue rechazada por los empresarios. Mientras tanto, las autoridades del gobierno han anunciado aumentos marginales que siguen siendo insuficientes.

Este contexto de salarios bajos, inflación creciente y empleo precario refleja una crisis económica que golpea con mayor dureza a las clases trabajadoras. La falta de un reajuste salarial adecuado y la imposibilidad de cubrir las necesidades básicas están llevando a muchos a buscar alternativas fuera del mercado laboral formal, una tendencia preocupante que agrava aún más la situación de la economía nacional.

La pérdida de poder adquisitivo del salario mínimo es una clara señal de que el modelo económico implementado por el gobierno sigue priorizando la estabilidad de los grandes sectores económicos, mientras que la vida de los trabajadores se deteriora a pasos agigantados.