El expresidente de Brasil enfrenta cargos por su rol en la conspiración para derrocar a Lula da Silva tras su derrota en 2022. La justicia lo acusa de liderar un plan para abolir el Estado democrático y anular los comicios.
El Supremo Tribunal Federal de Brasil imputó al expresidente por su presunta participación en un intento de golpe de Estado tras su derrota electoral en 2022. La Fiscalía lo acusa de atentar contra el orden democrático y pide más de 40 años de prisión.
Jair Bolsonaro enfrenta un proceso judicial sin precedentes en la historia reciente de Brasil. La investigación lo señala como el responsable de una estrategia destinada a desconocer los resultados electorales que dieron la victoria a Luiz Inácio Lula da Silva. Según la acusación, el plan incluyó la difusión de denuncias infundadas sobre fraude, la presión sobre las Fuerzas Armadas y la incitación a las manifestaciones que culminaron en el ataque a las sedes de los tres poderes el 8 de enero de 2023.
Además del expresidente, la Justicia avanza contra varios de sus exfuncionarios y aliados cercanos. Entre ellos se encuentran Walter Braga Netto, exvicepresidente y exministro de Defensa, Anderson Torres, exministro de Justicia, y otros exintegrantes de su gabinete, acusados de participar en la planificación de la maniobra para anular los comicios.
Bolsonaro niega las acusaciones y denuncia una persecución política. Sin embargo, las pruebas presentadas por la Fiscalía refuerzan la hipótesis de que existió una estructura organizada para subvertir el orden constitucional. La decisión final del Supremo Tribunal podría demorar meses, pero el proceso avanza y marca un hito en la historia judicial del país.