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Nota Completa

MURIÓ EL GENOCIDA "TURCO JULIÁN": UN SÍMBOLO DE LA BARBARIE DICTATORIAL QUE SE LLEVÓ SUS CRÍMENES A LA TUMBA

Publicado : 26/03/2025
(Review)

Julio Héctor Simón, alias "Turco Julián", uno de los rostros más crueles del terrorismo de Estado, falleció este miércoles. Su muerte no es motivo de celebración, sino un recordatorio de la deuda pendiente con la memoria y la justicia, y del sufrimiento infligido a las víctimas.

La noticia que conmociona en esta mañana de miércoles, 26 de marzo de 2025, es el fallecimiento de Julio Héctor Simón, conocido por el infame apodo de "Turco Julián". A los 82 años, este individuo, símbolo de la brutalidad de la última dictadura militar argentina, ha dejado de existir. Sin embargo, su muerte no representa un punto final, sino un doloroso recordatorio de la barbarie que asoló nuestro país y de la larga y aún inconclusa lucha por la verdad y la justicia. Es fundamental subrayar que no celebramos la muerte de un ser humano, sino que lamentamos profundamente la existencia de un individuo capaz de cometer actos tan despreciables y que encarnó el horror de una época oscura.

"Turco Julián" fue un perpetrador de crueldad extrema, cuyo nombre evoca los testimonios desgarradores de quienes sobrevivieron al infierno de los centros clandestinos de detención. Sus propias declaraciones públicas, en un intento por vanagloriarse de sus actos, revelaron la magnitud de su perversidad: torturas, desapariciones y un desprecio absoluto por la vida humana.

La condena de Simón por crímenes de lesa humanidad, lograda tras la anulación de las leyes de impunidad, fue un triunfo de la justicia, aunque tardío. Su encarcelamiento, aunque necesario, no borra el sufrimiento infligido ni la sensación de que la justicia, en muchos casos, llega con décadas de retraso. La muerte en prisión, en este caso, es el final de una vida marcada por la oscuridad y la negación.

Hasta su último aliento, "Turco Julián" se aferró al silencio sobre el destino de los desaparecidos y los niños robados. Esta negativa a revelar la verdad perpetúa el dolor de las familias, que aún esperan respuestas y el cierre de una herida que sigue abierta. Este silencio es una afrenta a la memoria de las víctimas y un obstáculo para la completa reparación.

Las palabras de Miguel D’agostino, sobreviviente del "Club Atlético" y víctima directa de Simón, resuenan con la fuerza de la verdad: "Murió un símbolo de la impunidad y de los alcances de nuestra incansable lucha por la memoria, la verdad y la justicia". Su testimonio es un recordatorio de la importancia de mantener viva la llama de la justicia y de no olvidar el horror.

"Turco Julián" fue un eslabón clave en la maquinaria de terror del Estado dictatorial, evidenciando la sistematicidad y la crueldad de la represión. Su participación en el circuito represivo ABO, que incluía centros clandestinos como "Club Atlético", "El Banco" y "El Olimpo", es una muestra de la barbarie institucionalizada.

La detención y posterior condena de Simón fueron el resultado de la incansable lucha de organismos de derechos humanos, familiares de víctimas y fiscales que no claudicaron en su búsqueda de justicia. La denuncia crucial presentada por Buscarita Roa, abuela de Claudia Poblete Hlaczik, fue un paso fundamental para que la justicia comenzara a desandar el camino de la impunidad.

La muerte de "Turco Julián" marca el fin de la existencia de un individuo responsable de crímenes atroces. Sin embargo, no representa el final de la lucha por la memoria y la justicia. Su partida nos recuerda la importancia de no bajar la guardia, de seguir exigiendo verdad y reparación para todas las víctimas del terrorismo de Estado. La memoria colectiva es el arma más poderosa para que la barbarie nunca más se repita en nuestra tierra. No celebramos su muerte, sino que lamentamos profundamente que seres como "Turco Julián" hayan existido y causado tanto dolor, y renovamos nuestro compromiso con la construcción de una sociedad donde la justicia y el respeto por los derechos humanos sean pilares fundamentales.