El Foro Economía y Trabajo denuncia que los aumentos en las tarifas de energía, impulsados por las políticas del gobierno de Milei, profundizan la crisis y benefician solo a las grandes corporaciones.
Las políticas energéticas implementadas por el gobierno de Javier Milei están provocando un fuerte impacto negativo en la clase trabajadora, las pequeñas y medianas empresas, y la industria nacional. El Foro Economía y Trabajo, compuesto por economistas, representantes sindicales y cooperativas, ha alertado sobre el creciente costo de la energía, que pone en riesgo la supervivencia de los sectores productivos y agrava la crisis económica.
El aumento desmedido de las tarifas de gas y electricidad ha sido uno de los principales puntos de conflicto. Solo en el AMBA, los usuarios de bajos ingresos han visto un incremento del 472% en su factura de electricidad, mientras que los hogares de ingresos medios y altos no se salvan: las tarifas subieron un 379% y un 223%, respectivamente. En el caso de las pymes y la industria, los aumentos fueron igualmente drásticos, oscilando entre el 405% y el 495%. Estos incrementos no solo afectan el bolsillo de los ciudadanos, sino que también encarecen la producción, llevando a muchas empresas a una situación de asfixia económica.
Sin embargo, mientras millones de argentinos sufren las consecuencias de estos aumentos, las grandes empresas energéticas, como Pampa Energía y Central Puerto, han visto un aumento desmesurado en sus ganancias. Las cifras hablan por sí solas: un 352% y un 779% de crecimiento en las ganancias netas de estas empresas en el primer semestre de 2024. Este fenómeno revela la profunda desigualdad del modelo energético actual, que privilegia las ganancias de unos pocos en lugar de garantizar el acceso universal a la energía.
El Foro Economía y Trabajo sostiene que la política energética del gobierno está orientada a beneficiar a los grandes grupos económicos, mientras la clase trabajadora y los sectores productivos ven cómo se destruye su capacidad de competir y generar empleo. La concentración de poder en manos de las corporaciones extranjeras se profundiza, mientras que los recursos energéticos del país, como Vaca Muerta y el litio, siguen sin ser aprovechados para el beneficio del pueblo argentino.
Para revertir esta situación, el Foro propone un cambio radical en el enfoque de la política energética. Urgen a que el Estado intervenga para regular las tarifas de manera justa, con tarifas diferenciadas que favorezcan a las pymes, cooperativas y sectores vulnerables. Además, exigen un análisis transparente de los costos reales de producción y distribución de energía, para evitar que los aumentos se sigan justificando a partir de factores externos como el tipo de cambio o los precios internacionales.
El informe concluye con una crítica severa al rumbo que ha tomado la política energética del gobierno: "El acceso a la energía no es un lujo, es un derecho humano. Y este modelo está poniendo en peligro ese derecho". Para el Foro, no se trata solo de un problema económico, sino de una cuestión de justicia social y soberanía energética. La respuesta es clara: un modelo energético que beneficia al pueblo argentino, y no a las grandes corporaciones extranjeras.