La policía brasileña detiene a militares, incluido un colaborador de Bolsonaro, por un plan para asesinar en 2022 a los entonces electos Lula da Silva y Gerardo Alckmim, presidente y vice, así como al juez de Supremo Tribunal Federal, Alexandre de Moraes.
Los detenidos son: el general Mario Fernandes, ex ministro de Bolsonaro, y los militares de las fuerzas especiales, conocidos como “Kids Pretos”, Helio Ferreira Lima, Rafael Martines y Rodrigo Becerra.
Junto con los asesinatos, los sospechosos planificaron un “golpe de Estado” para impedir la asunción del presidente Luiz Inácio Lula da Silva y Gerardo Alkmin, e instaurar un “gabinete de transición y gestión de crisis”, que ellos mismos integrarían, manteniendo en la presidencia a Jair Bolsonaro.
Las acciones debían realizarse el 15 de diciembre, cuando el Supremo Tribunal Federal les entregó los diplomas de presidente y vice electos a Lula y a Alckmin. El plan de acción, llamado “puñal verde y amarillo” (en alusión a la bandera de Brasil y a los bolsonaristas que acamparon frente a los cuarteles en diversas ciudades brasileras pidiendo intervención militar para impedir la asunción de Lula) fue abortado debido a que el jefe del ejército de entonces, Freire Gomes, no se plegó. Dicho plan fue discutido el 12 de noviembre de aquel año en la casa del general Walter Braga Netto, quien fuera Jefe de Gabinete de Jair Bolsonaro y su compañero de fórmula en las elecciones presidenciales.
Además de las ejecuciones de Lula, Alckmin y Moraes, los primeros pasos de la dictadura bolsonarista implicarían detenciones de ministros del STF y cambios en el Tribunal Superior Electoral (TSE) para “restablecer el régimen jurídico y la credibilidad del proceso electoral”, lo que se corresponde con las sistemáticas denuncias de fraude, el no reconocimiento de la victoria de Lula y las amenazas de no obedecer las determinaciones de la justicia que realizaba a diario Jair Bolsonaro después de la derrota.
Los sospechosos podrán enfrentar los cargos de abolición violenta del Estado de derecho, golpe de Estado y organización ilícita.
La policía federal brasileña también realiza investigaciones sobre otros planes para impedir la asunción de Lula.