En una final ajustada y definida desde los 12 pasos, el equipo cordobés se consagró en la Supercopa Internacional. River, por su parte, sumó otra decepción en su historial de penales.

En el estadio La Nueva Olla de Asunción, Talleres de Córdoba escribió una página dorada en su historia al consagrarse campeón de la Supercopa Internacional tras vencer a River Plate en una dramática definición por penales. El partido, que terminó 0-0 en los 120 minutos, tuvo en el arquero Guido Herrera y en el defensor Gastón Benavídez a sus grandes figuras, quienes aseguraron el triunfo cordobés con sus atajadas y su precisión desde los 12 pasos. El encuentro, disputado bajo un calor agobiante, fue un duelo táctico en el que ambos equipos priorizaron el cuidado defensivo sobre el despliegue ofensivo. Talleres, con un planteamiento sólido y ordenado, supo contener a un River que, pese a tener mayor posesión del balón, no logró generar situaciones claras de gol. El Millonario, por su parte, mostró flashes de su calidad individual, pero chocó una y otra vez contra la defensa bien parada de la “T”.

En el primer tiempo, Talleres tuvo las ocasiones más peligrosas. A los 26 minutos, Ulises Ortegoza probó con un potente remate de larga distancia que obligó a Franco Armani a estirarse para desviar el balón. Luego, a los 42 minutos, Federico Girotti estuvo cerca de abrir el marcador con un cabezazo que rozó el palo. River, por su parte, tuvo su mejor chance en los pies de Miguel Borja, quien remató de cabeza sin poner en serios aprietos a Herrera. El segundo tiempo siguió el mismo guion: River dominó el balón, pero sin profundidad, mientras Talleres esperaba su oportunidad para contraatacar. Armani volvió a ser clave para el Millonario al tapar un remate de Emmanuel Reynoso en el tiempo suplementario, lo que llevó la final a la lotería de los penales.

En la definición desde los 12 pasos, ambos equipos fallaron su primer lanzamiento. Luego, Borja anotó para River, pero los siguientes cuatro penales fueron errados, con dos atajadas espectaculares de Armani que mantuvieron las esperanzas del Millonario. Sin embargo, en el sexto penal, Manuel Lanzini falló su disparo, y Gastón Benavídez no perdonó, sellando el 3-2 final y dando a Talleres su primer título nacional. Para Talleres, esta consagración significa un antes y un después en su historia. Además de la Copa Conmebol de 1999, el club cordobés no contaba con logros de relevancia a nivel internacional o nacional. Este título no solo les da una estrella más en su vitrina, sino que también consolida su crecimiento institucional en los últimos años.

River, en cambio, suma otra decepción en su historial de definiciones por penales. El Millonario lleva siete derrotas consecutivas en esta instancia, una racha que comenzó en 2019 y que incluye finales de Copa Libertadores, Supercopa Argentina y ahora la Supercopa Internacional. Pese a contar con un equipo repleto de figuras, el equipo de Marcelo Gallardo no pudo romper el cerco defensivo de Talleres y terminó pagando caro su falta de efectividad.

Con este título en el bolsillo, Talleres deberá ahora enfocarse en mejorar su rendimiento en la Liga Profesional, donde atraviesa un momento complicado. El equipo cordobés ocupa el puesto 14 en el Grupo B, con solo cinco puntos en ocho partidos, y necesita urgentemente sumar para alejarse de la zona de descenso. Su próximo desafío será el lunes, cuando reciba a Rosario Central en el estadio Mario Alberto Kempes. River, por su parte, no tiene tiempo para lamentaciones. El Millonario ocupa el cuarto lugar en el Grupo B, a dos puntos de los líderes, y el próximo domingo recibirá a Atlético Tucumán en el Monumental. Con la hinchada exigiendo respuestas, Gallardo y su equipo deberán demostrar que esta derrota no es más que un tropiezo en su camino hacia los objetivos de la temporada.