En la antesala del 8M, las trabajadoras sindicalizadas redoblan su lucha contra el ajuste, el techo a las paritarias y el avance de la precarización laboral.

Más de 36 organizaciones participaron de la primera reunión del año de la Mesa de Mujeres de la CGT, donde se definió la estrategia para la movilización del 8M. Conscientes de la embestida neoliberal que golpea con fuerza a las mujeres trabajadoras, las dirigentes gremiales trazaron un diagnóstico crudo: sin paritarias libres, con jubilaciones recortadas y un Estado en retirada, el panorama se torna asfixiante.

La eliminación de la moratoria previsional, que deja a miles de mujeres sin acceso a una jubilación digna, y el avance de los discursos de odio que alimentan la violencia fueron algunos de los ejes centrales del debate. También se hizo hincapié en la política de contención salarial y la ola de despidos en el sector público, signos de un modelo que margina y empobrece.

Pero el encuentro no solo se enfocó en el diagnóstico: la Mesa de Mujeres de la CGT ratificó su rol activo en la lucha. La organización de la columna sindical para el 8M, junto a las otras centrales de trabajadores, se planteó como una muestra de unidad y resistencia. “No se trata solo de salarios y condiciones laborales, se trata de un modelo de país”, expresaron.

Además, se comenzó a diagramar el 2do Encuentro Nacional de Mujeres de CGT, con el objetivo de profundizar el debate sobre desarrollo, producción y trabajo. “El problema no es solo gremial, sino político”, remarcaron, reafirmando la necesidad de construir una estrategia común para enfrentar las políticas de ajuste.

Con la convicción de que la lucha es colectiva y que la calle sigue siendo el escenario clave, las mujeres sindicalistas de la CGT se preparan para un 8M combativo, con una agenda clara: frenar el avance del neoliberalismo y poner en el centro la defensa de los derechos conquistados.