Gabriel Solano del FIT denunció que el boleto pasó de $80 a $1206 desde la asunción de Jorge Macri, una cifra que quintuplica la inflación - Exigió la implementación inmediata del Boleto Estudiantil y control obrero
El bolsillo de los usuarios del Subte sufrió otro golpe brutal este miércoles con un nuevo aumento que llevó el boleto a $1.206, completando una escalada del 1405% desde que Jorge Macri asumió como Jefe de Gobierno porteño. La cifra, denunciada por el diputado del Frente de Izquierda Gabriel Solano, representa casi seis veces la inflación acumulada del 241% en el mismo período. "Estamos ante una confiscación a los trabajadores en favor de empresas que no invierten un peso", disparó el legislador durante el informe de Gabriel Sánchez Zinny, mientras reclamaba la urgente implementación del Boleto Estudiantil que la Legislatura votó hace meses y el Gobierno sigue demorando.
La ecuación es devastadora: mientras los salarios de los trabajadores porteños se derriten mes a mes frente a la inflación, el boleto del Subte se disparó de $80 a $1.206 en la gestión de Macri. "El aumento acumulado fue del 1.405% contra una inflación del 241%", precisó Solano, dejando al descubierto la política tarifaria que castiga a los usuarios y beneficia a concesionarias que, según el diputado, "prestan servicios muy deficitarios" sin reinvertir en el sistema. La falta de inversión contrasta con los aumentos constantes que vuelven cada vez más inaccesible el transporte para miles de familias.
La situación se agrava con la demora en la implementación del Boleto Estudiantil, una conquista legislativa que el Gobierno de la Ciudad boicotea con requisitos burocráticos. "Después de meses de demora, el gobierno impone condiciones de regularidad distintas a las instituciones educativas, dificultando el acceso a miles de estudiantes, y sigue sin implementar el boleto para acompañantes de menores de 12 años", denunció Solano. Esta traba administrativa niega un derecho esencial a la movilidad estudiantil en una ciudad donde el costo del transporte consume cada vez más el presupuesto familiar.
Frente a esta crisis, el diputado del FIT planteó una salida de fondo: "El transporte público debe ser accesible para toda la población, hay que abrir la contabilidad de las empresas y establecer un control directo de usuarios y trabajadores". La propuesta apunta al corazón del modelo de concesiones que prioriza la rentabilidad privada sobre el servicio público, mientras los tarifazos siguen exprimiendo a una población que ve cómo sus ingresos se licúan y el Estado mira para otro lado.