Murió a los 84 años el histórico intendente de Berazategui, referente indiscutido del conurbano y símbolo de gestión, territorialidad y compromiso con los sectores populares.
El peronismo bonaerense está de luto. Juan José Mussi, intendente de Berazategui y una de las figuras más emblemáticas del movimiento nacional y popular, falleció este domingo a los 84 años. Estaba internado desde la semana pasada en el Hospital El Cruce de Florencio Varela, donde su estado de salud se había agravado en las últimas horas.
Mussi encarnó una forma de hacer política que hoy se vuelve cada vez más necesaria: gestión, cercanía y un compromiso inquebrantable con los trabajadores y los barrios. Médico, militante y dirigente de peso propio, supo construir en Berazategui un modelo de Estado presente que contrasta de manera brutal con la ofensiva de ajuste y destrucción que impulsa el gobierno nacional.
Fue ministro de Salud bonaerense, secretario de Ambiente de la Nación e intendente en múltiples períodos, pero fue sobre todo un cuadro político profundamente ligado a su comunidad. Construyó escuelas, hospitales, centros culturales y obras de infraestructura que transformaron la vida cotidiana de miles de familias. Su figura trasciende cualquier etiqueta: representa esa tradición del peronismo territorial que no declama, sino que hace.
En tiempos en que el país atraviesa una crisis social severa y un ataque sistemático contra el Estado, su muerte resuena con un sentido político evidente: se va un dirigente que dedicó la vida a demostrar que la presencia estatal salva, cuida y dignifica.
El peronismo pierde a uno de sus referentes más queridos. Berazategui pierde a su intendente histórico. Y la provincia despide a un hombre que hizo de la política un servicio y de su gestión un legado.
Juan José Mussi deja una huella imborrable. La mejor forma de honrarla será seguir defendiendo al pueblo al que él consagró su vida.