El ministro bonaerense expuso junto a Carlos Bianco el reclamo por la deuda millonaria que Nación mantiene con la Provincia y defendió un plan estratégico de infraestructura para sostener el desarrollo y reducir desigualdades.
En la sede del Gobierno bonaerense, Gabriel Katopodis —ministro de Infraestructura y Servicios Públicos de la Provincia— participó de la conferencia donde Carlos Bianco, titular de Gobierno, detalló la situación crítica de la obra pública y el reclamo por los fondos que Nación adeuda. Fue este lunes, en La Plata, en un encuentro convocado para responder qué obras están frenadas, por qué la deuda se multiplicó y cómo seguirá la inversión provincial en 2026 pese al ajuste del gobierno de Javier Milei.
Bianco fue categórico al plantear que “el Gobierno nacional le debe al pueblo bonaerense casi 13 billones de pesos” entre obras paralizadas, programas discontinuados y obligaciones nunca cumplidas. La ausencia de respuestas del ministro del Interior, Diego Santilli, llevó a la Provincia a exponer públicamente el reclamo.
Katopodis retomó ese diagnóstico y lo ubicó en un escenario político más amplio: la parálisis de la obra pública como parte de la estrategia libertaria de desfinanciar al Estado para profundizar la desigualdad. Sin eufemismos, señaló que “a pesar del ahogo y la asfixia que impone el Gobierno nacional”, Buenos Aires sostiene una agenda de infraestructura “estratégica y potente” para el próximo año.
Esa agenda —detallada por el Ministerio— incluye un presupuesto proyectado de 1,4 billones de pesos para 2026, lo que representa más de la mitad del gasto de capital provincial. Desde 2019, la cartera ejecutó o inició 4.715 obras y proyectos, de los cuales 2.977 ya se completaron en los 135 municipios bonaerenses. Los restantes se distribuyen entre conectividad, infraestructura hídrica, mejoras urbanas, energía accesible y obras de cuidado.
Entre las prioridades se destacan el Plan Hídrico del Gran La Plata, el Plan de Reconstrucción Integral de Bahía Blanca, el Tramo IV de la Cuenca del Salado, el Nodo Bragado, la pavimentación de la Ruta del Cereal, la expansión de la Autopista Buenos Aires–La Plata, la puesta en valor de la Autovía 2 y la continuidad del Programa MAS de movilidad sostenible. También se prevé reactivar 21 obras universitarias paralizadas por Nación y avanzar en la recuperación patrimonial de la Rambla de Mar del Plata.
La Provincia sostiene que la desigualdad es hoy el principal problema estructural del país y que las políticas nacionales —centradas en recortes, recentralización fiscal y el abandono de inversiones fundamentales— agravan esa brecha. En ese contexto, Katopodis insistió en que “vamos a seguir exigiendo al gobierno de Milei que cumpla con sus compromisos y no se quede con la plata de las obras que necesitan los bonaerenses”.
El contraste entre la planificación bonaerense y el vaciamiento nacional vuelve a exponer un choque de modelos: uno que apuesta a la infraestructura como motor del desarrollo y otro que reduce al Estado a una maquinaria administrativa que abandona su rol de equilibrar desigualdades. Para el Gobierno provincial, la discusión no es técnica sino política: sin obra pública no hay federalismo, no hay producción y no hay futuro.