El sacerdote del Grupo de Curas en Opción por los Pobres fue arrestado este miércoles por fuerzas de seguridad del gobierno de Javier Milei mientras acompañaba la tradicional protesta de los jubilados frente al Congreso. Organizaciones sociales, sindicales y de derechos humanos denunciaron una nueva escalada represiva contra los sectores populares.

El padre Francisco “Paco” Olveira fue detenido este miércoles al mediodía durante la movilización semanal de jubilados y pensionados que reclaman una actualización de sus haberes frente al Congreso Nacional. En medio de un operativo policial desmedido, efectivos avanzaron sobre los manifestantes y arrestaron al sacerdote junto a un joven identificado como Tomás Bravo. Ambos fueron liberados horas después, tras la presión de organizaciones sociales y de derechos humanos.

El episodio generó una inmediata ola de repudios en todo el país. Diversos espacios denunciaron que la detención de Olveira forma parte de una nueva etapa de criminalización de la protesta social y del hostigamiento estatal a los referentes populares. “Estaba en la vereda, había apenas veinte jubilados —relató el propio sacerdote—. Me lo iban a llevar al pibe y lo agarré para que no se lo lleven solo”.

Olveira, integrante del Grupo de Curas en Opción por los Pobres, es una de las voces más comprometidas con las luchas del pueblo. Desde hace décadas acompaña comunidades humildes en la provincia de Buenos Aires y ha denunciado con firmeza las políticas de ajuste, represión y exclusión que profundizan la pobreza en la Argentina. Su compromiso lo convirtió en un referente ético y político de los movimientos sociales.

En los últimos meses se multiplicaron los operativos policiales contra manifestaciones pacíficas, con un discurso oficial que busca disciplinar el conflicto social y legitimar la represión. El caso del Padre Paco se suma a una serie de episodios que evidencian la degradación democrática impulsada por el gobierno nacional, empeñado en acallar toda expresión de disidencia.

Desde ADN Populares expresamos nuestra solidaridad con el Padre Paco Olveira y con todos los luchadores populares. Frente al avance del autoritarismo, reafirmamos el compromiso con la verdad, la justicia y la organización colectiva. Porque no hay democracia posible cuando se encarcela a quienes defienden a los más débiles, ni libertad cuando se persigue la voz del pueblo.