NEGACIONISMO ¡NUNCA MAS!
Ante el intento de Disfrazar de homenaje la reivindicación del terrorismo de Estado desde ADN Popular – Cooperativa el Faro Comunicaciones, expresamos.
Aún hoy, muchos y muchas siguen sosteniendo y banalizando los crímenes de lesa humidad. Banalizar, trivializar o directamente negar convencidos de narrativas mentirosas que los medios hegemónicos hábilmente instalaron. Que el Terrorismo de Estado haya sido una etapa oscura y feroz de nuestra de historia más reciente sólo 49 años atrás (1976/1983), es negar el sufrimiento de miles y millones de argentinos y argentinas que padecieron en carne propia las más atroces torturas y les otres, la persecución y el constante terrorismo de Estado, sin saber si el día de mañana seguirían con vida, y en todo caso en qué condiciones.
Con la vuelta de una derecha feroz y vengativa, como método disciplinador, tan semejante a la República de Weimar nacida en Alemania en las postrimerías de la Primera Guerra Mundial, y aunque fue un período democrático, se caracterizó por la gran inestabilidad política y social, en el que con grandes influencias derechistas y grandes intervenciones de los gigantes grupos económicos intentaron triunfar en lo político estableciendo un nuevo régimen. Lo lograron. A la historia nos remitimos. Muchos nos dirán…pero no es lo mismo… y no…, pero cuánto se le parece!
Negar los crímenes de lesa humanidad es la lisa y llana ofensa a la humanidad toda.
No podemos permitir los discursos de odio, ni las narrativas falsas de un “nuevo orden social”. Dudar de la historia es dudar de la verdad, es escuchar esos cantos de sirena que estupidizan e infantilizan al pueblo. Tenemos la obligación de contar la verdad de lo ocurrido, no sólo durante nuestra dictadura cívico militar eclesial, sino los hechos de la historia de la humidad que se repiten y se replican si no ponemos un coto a tanto odio.
Por eso consideramos necesaria una ley que penalice el negacionismo del Terrorismo de Estado en la Argentina, como en tantos países del mundo que ya la tienen instaurada como delito.
Qué más hace falta? Que aparezca un o una que levente el brazo izquierdo y vocifere HEIL…mientras las multitudes responden alborozadas, apasionadas y totalmente obnubiladas desconociendo su destino. No queremos ninguna estrella amarilla sobre nuestro pecho. De nosotres depende.